Dirigentes oficialistas y opositores atribuyen el porcentaje -en torno a los 20 puntos- a la complejidad del sistema de votación y a las falencias de la oposición para canalizar el voto bronca.
Mientras el gobernador Gustavo Melella festejaba en el búnker del Centro San Martín de Río Grande el 54 por ciento de los votos que le permitió la reelección, sus colaboradores y los principales referentes de la oposición se mostraban sorprendidos y preocupados por los inéditos porcentajes de voto en blanco, que increíblemente ocupaba el segundo lugar, por encima de todos los candidatos de la oposición.
De acuerdo con el Juzgado Electoral de esta provincia, 14.053 personas (20,97%) no pusieron ninguna boleta en el sobre que luego depositaron en la urna. Se trata de algo menos de la mitad de los 35.493 sufragios que eligieron la lista del oficialismo, Forja.
Pasadas las 22, el voto en blanco le ganaba al principal rival de Melella, Héctor “Tito” Stefani, del PRO, que alcanzaba los 7073 sufragios provinciales, un 10,20% del total, pero también a Laura Andrea Almirón de Pauli, de Republicanos Unidos, que a nivel nacional recibió el apoyo del precandidato presidencial Javier Milei y acumulaba el 7,36%.
Por detrás de todos ellos se ubicaban Pablo Daniel Blanco, que encabezó la boleta de Juntos por el Cambio y obtuvo el 5.73% de los votos, y Lucia Zulma Fernández, del Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad, que terminó última, con el 2,77%.
Además, 1325 votos, un 1,87% del total, resultaron nulos; otros 235, el 0,33%, fueron recurridos, y 5, el 0,01%, fueron impugnados.
“Acá es muy difícil votar”
“Es una locura el porcentaje de voto en blanco que hay, no hay antecedentes como esto, aunque siempre es muy alto. El motivo principal es que acá es muy difícil votar, la gente no entiende el sistema”, dijo el referente de la oposición Paulino Rossi, que compitió por la vicegobernación en fórmula con Stefani, con el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta, y viene denunciando la necesidad de un cambio en las reglas electorales, donde conviven cuatro lógicas distintas, entre ellas, el complejo sistema de tachas.
El empresario fueguino, sin embargo, admitió que parte de la responsabilidad es por la falencia de las fuerzas opositoras para canalizar el voto bronca. “Esto no es sólo una cuestión aritmética. No hay dudas de que si hubiéramos ido unidos seguramente hubiéramos capitalizado un porcentaje mucho mayor de la sociedad que está disconforme con Melella, pero que también está descontenta con la oposición. Nosotros estamos en un proceso de mostrar que no somos sus cómplices de Melella, y con esta elección quedó clarísimo que Pablo Blanco jugó a su favor. Su candidatura era una gran farsa que hoy se terminó”, dijo.
Tierra del Fuego es la única provincia de las que votaron este domingo, junto a Salta, La Pampa y San Juan, en la que ocurrió un hecho tan inusual. En general, el voto en blanco no supera el 10 por ciento e incluso en la gobernación se mostraban desconcertados. “No entendemos qué pasó, nos estamos preguntando eso. En Ushuaia puede ser que la líder local, Chispita, al ser ajena, no nos haya querido transferir sus votos. Pero en Río Grande no entendemos cómo es que hubo tanto voto en blanco para la intendencia, y para la gobernación. Es una rareza total”, dijeron cerca de Melella.