Comerciantes nicoleños aseguran que “fue muy fuerte la suba” de precios de las prendas de vestir en lo que va del año, que según el INDEC en abril llegó al 10,8 por ciento. “Es terrible el aumento que tuvo la ropa. Obviamente, ello incidió negativamente en el nivel de compra de los clientes”, sostuvo la dueña de un local de ropa infantil. “Este año nos pasó un tsunami por encima y no sabemos quién va a sobrevivir a esto”, graficó la referente de otro local.
De la Redacción de EL NORTE
La inflación de abril fue de 8,4%, una suba de 1,7 puntos porcentuales respecto del mes pasado. De esta manera, la variación de los últimos 12 meses alcanzó el 108,8%, según detalló este viernes el INDEC en la nueva publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Las principales remarcaciones de precios se produjeron en el rubro textil (10,8%), seguido por el de alimentos y bebidas no alcohólicas (10,1%). Aunque sobre este primer sector, desde el INDEC aludieron al cambio de temporada, comerciantes del rubro de indumentaria señalan que la problemática se visibiliza y profundiza desde hace meses.
“Es terrible cómo se vio reflejado el nivel de inflación en el aumento que tuvo la ropa, fue muy fuerte la suba, ni te digo en lo que es ropa de abrigo. Obviamente, ello incidió negativamente en el nivel de compra de los clientes. Gente que el año pasado me compraba muchas más prendas y este año mermó de forma notoria. Está bastante difícil. Si bien hay gente que siempre puede comprar, cada vez se hace más corta la brecha. La inflación ha afectado muchísimo a todo el rubro de indumentaria, y calculo que a los demás rubros también”, sostuvo la dueña de un local de ropa infantil.
Incertidumbre
Trabajadores del sector marcaron la falta de previsibilidad que genera la situación, con remarcaciones de precios constantes desde los fabricantes que se ven obligados a trasladar a sus productos, además de los gastos propios de la mantención de los locales de venta al público (servicios, alquileres, impuestos).
“Hace casi 18 años que tengo mi local de indumentaria, nunca fue un país fácil para eso. Pero este año nos pasó un tsunami por encima y no sabemos quién va a sobrevivir a esto”, graficó la referente de otro local.
Quien agregó: “Es terrible la inflación, no sólo del año pasado a este donde la temporada otoño invierno aumentó un 100 por ciento, sino que no para. Es continuamente recibir mensajes de la fábrica diciendo que hay nuevos precios. Es una locura, incluso del verano hasta ahora. Yo en el verano compraba ropa de otoño invierno, que si hubiera sabido todo lo que iba a pasar compraba más todavía”.
Fuerte caída en las ventas
Se trata de un panorama que inevitablemente repercute en las ventas. “Más caro lo ponés, menos vendés. Las clientas entienden que no lo hacemos para ganarle más a la prenda, entienden que es un país en el que todo aumenta constantemente. Pero también la economía de todo el mundo no alcanza para comprarse ropa linda, porque yo no vendo ni leche ni pan, lo mío es un gusto y es lo primero que cortan cuando la plata no alcanza. Se cayó mucho la venta al paso, la persona que mira la vidriera y entra a comprar; hoy la gente tiene que planificar si este mes se compra un jean o una campera”, marcó la entrevistada.
“Es estresante y angustiante. He hablado con colegas que están pasando por lo mismo. Entrás como en una vorágine que te empieza a asustar, y eso que tengo mucha clientela”, declaró.
Según el Índice de Ventas Minoristas Pymes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), elaborado en base a un relevamiento mensual entre 1.228 comercios minoristas del país, las ventas en textil e indumentaria bajaron 6,1% anual en abril. Para el primer cuatrimestre acumulan un desplome del 10,3%. Sigue siendo el rubro más complicado en ventas y utilidades. “Los precios subieron mucho en los últimos dos años y la competencia de la venta informal, especialmente online, se hizo más fuerte. Hay tiendas donde se replantean hasta dónde conviene mantener el local, porque además los precios de los alquileres tienen una incidencia muy alta hoy en el costo de la firma”, sostiene el informe de la CAME.