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viernes, octubre 18, 2024
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La masacre de San Miguel del Monte: Un testigo complicó a los policías acusados

Durante la segunda audiencia testimonial en el juicio oral por la Masacre de San Miguel del Monte uno de los testigos complicó a los policías acusados al denunciar que un mes ante del hecho los efectivos lo habían “apretado”.

El testigo fue el hermano de Aníbal Suárez, una de las víctimas, quién sostuvo en su declaración que el joven fue detenido por no tener los papeles en regla del Fiat 147 blanco y allí los sobornaron: “Nos pidieron una coima de 35 mil pesos pero solo le pudimos dar cinco mil. Era mucha plata para nosotros”.

Frente al jurado popular y a los policías acusados, el hermano de Aníbal explicó que el joven había cambiado su moto por un Fiat 147 poco tiempo antes del hecho: “Nos vinimos de Misiones por trabajo un año atrás. Necesitábamos ayudar a nuestra mamá”.

Sobre el momento en el que fueron sobornados, el hombre explicó: “La Policía nos hizo seña de luces y nos llevaron a la comisaría.

Ahí nos empezaron a apretar porque teníamos el domicilio en Misiones. Que teníamos que pagar una multa para salir. Como no teníamos domicilio en Monte, nos dijeron que iban a dejarnos detenidos”.

La declaración del hermano sucedió en una jornada más que emotiva ya que se trató de la audiencia testimonial de los familiares de las víctimas. Antes de que eso ocurriera uno de los policías, Manuel Monreal, quién está sentado en el banquillo de los acusados solicitó retirarse de la sala.

Eso no es un dato menor ya que las pericias indican que fue él quién disparó cuatro veces contra el auto donde viajaban las víctimas y el impacto de bala que recibió Gonzalo Domínguez salió de su pistola.

Otra declaración que complica la defensa de los efectivos es la de Jonathan Coria Peralta, un empleado de una pizzería frente a la municipalidad de San Miguel del Monte. Los abogados defensores habían notificado en los alegatos de apertura que Aníbal tenía 3,26 gramos de alcohol en sangre y que huyó tras conducir “zigzagueando” por la avenida.

En este sentido, Peralta sostuvo que el Fiat 147 venía normal y que en ningún momento observó que zigzageaba por la avenida.

“Eso fue después de las 12, cuando terminé mi turno. Yo tenía un Ford Escort y pasé al 147 del choque por la Costanera. Yo iba a 70 kilómetros por hora y el Fiat iba más lento. Antes había visto a dos chiquitos empujar ese auto porque se había quedado frente a la plaza principal”, afirmó.

El trágico hecho ocurrió en la noche del 20 de mayo de 2019 cuando cinco jóvenes que habían salido a pasear fueron perseguidos a los tiros por dos patrulleros.

Durante la persecución el Fiat 147 Spazio, que era conducido por Aníbal Suárez, chocó contra el acoplado de un camión estacionado a la vera de la ruta nacional 3, en San Miguel del Monte.

Allí se desató la tragedia, y cuatro de los cinco jóvenes murieron en el acto. Se trata de Aníbal Suárez, de 22 años, Danilo Sansone, de 13, Camila López, también de 13, y Gonzalo Domínguez, de 14. La única sobreviviente fue Rocío quién estuvo varias semanas internada en el hospital por las diversas fracturas en su cuerpo y todavía continúa recuperándose de las lesiones.

En la investigación se pudo confirmar que Gonzalo Domínguez recibió uno de los 11 disparos que realizó la Policía en su glúteo.

En total hay 23 policías incriminados por el asesinato pero hay cuatro agentes que son los principales imputados y que estaban en los patrulleros que realizaron la persecución: Rubén García, Leonardo Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Ibáñez.

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