En el marco de la causa judicial que investiga el funcionamiento de tres centros clandestinos de detención del Área Metropolitana de Buenos Aires, cinco integrantes del colectivo travesti fueron convocadas a prestar declaración en carácter de sobrevivientes.
De la Redacción de EL NORTE
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Julieta Alejandra González, Ana Mártires Velázquez, Marcela Daniela Viegas Pedro, Paola Leonor Alagastino y Carla Fabiana Gutiérrez testificaron la semana pasada acerca de detenciones ilegales y torturas sufridas en el Centro Clandestino de Detención y Exterminio (CCDyE) conocido como el Pozo de Banfield. En 40 años de democracia, por primera vez se contempló la persecución de la dictadura cívico militar a personas travesti-trans.
Dos de las testigos se presentaron ante la Justicia de forma remota desde Italia, en donde residen, mientras que las otras tres lo hicieron en las instalaciones del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata.
Sus relatos se encuentran atravesados por un hilo conductor: la exclusión social y la violencia policial y militar antes, durante y luego de la dictadura. Entre 1976 y 1980, tenían entre 15 y 23 años. Pese a no conocerse en aquel entonces, tuvieron las mismas vivencias: la detención ilegal en el Pozo de Banfield, el sometimiento a torturas, abusos sexuales y trabajos forzados, con un ensañamiento particular debido a su identidad de género”, detallaron desde argentina.gob.ar.
“EL CUERPO ES LA EVIDENCIA”
Luego de las víctimas, la última en declarar fue la testigo especialista Marlene Wayar, psicóloga social y activista trans, quien explicó la persecución sufrida por el colectivo travesti/trans durante la dictadura. “En este período podemos marcar una reintensificación de la persecución y una especificidad para conseguir un perfil ciudadano obediente, nacionalista, enmarcado dentro del concepto de heterosexualidad obligatoria”, explicó. La experta sostuvo: “La travesti es la evidencia misma de esa disidencia. El cuerpo es la evidencia”. “Entendían a las disidencias sexuales en el ejercicio de la prostitución como una amenaza al pensamiento nacional, cristiano, familiero”, añadió.
La Secretaría de Políticas de Igualdad y Diversidad, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) acompañó a las testigos en esta audiencia histórica.
CENTROS CLANDESTINOS DE DETENCIÓN
El juicio “Brigadas” comenzó en 2020 y abarca los delitos de lesa humanidad cometidos contra 442 víctimas en “Pozo de Quilmes”, “Pozo de Banfield” y “El Infierno” (Avellaneda), tres centros clandestinos de detención que funcionaron en dependencias de las brigadas de investigaciones de la Policía Bonaerense. Tiene a 15 represores acusados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 442 víctimas. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación es querellante en este debate y acompaña a sobrevivientes y familiares a través de la Coordinación de Asistencia a Testigos Víctimas.
Hoy en la Argentina se están llevando adelante más de 10 juicios orales en diferentes provincias. Desde la vuelta de la democracia, fueron condenados por la Justicia más de 1100 genocidas. Más información en juiciosdelesahumanidad.ar.
