Hasta los minutos previos a la publicación de la carta de Cristina Kirchner, en el Gobierno consideraban que el camino de salida a la crisis política era avanzar en un acuerdo con el kirchnerismo, para calmar las aguas después del terremoto que se generó ayer cuando los ministros que responden a la Vicepresidenta pusieron su renuncia a disposición.
“Habrá reunionismo y cabildeo hasta que haya fumata blanca”, le había asegurado a Infobae un ministro de extrema confianza de Alberto Fernández al caer la tarde. Desde el kirchnerismo la idea era similar. Uno de los ministros que ayer presentó la renuncia sostuvo: “Hay paz y habrá paz”. Ambas proyecciones se hicieron añicos en pocos segundos.
Pero a las 18:56 la Vicepresidenta publicó una explosiva carta en sus redes sociales en la que cuestionó la gestión económica del Gobierno, acusó al entorno del Presidente de montar operaciones de medios en su contra, dijo que anticipó la derrota en las elecciones por las fallas en la política económica y pidió cambios en el Gabinete.
Alberto Fernández estuvo todo el día en la Quinta de Olivos llevando adelante múltiples reuniones y llamados para encontrar el camino a seguir en medio de la crisis política que atraviesa su Gobierno y que fue ocasionada por el ala kirchnerista que tiene su propio Gobierno.
Estaba en Olivos cuando se enteró de la publicación de la carta. No sabía nada sobre su contenido. Nadie se lo había adelantado porque las comunicaciones con la Vicepresidenta están cortadas. La publicación de Cristina Kirchner obligó al Presidente y sus dirigentes de máxima confianza a estudiar una respuesta,
Fernández se encuentra en la residencia presidencial junto a su círculo más íntimo. Están el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el vocero presidencial Juan Pablo Biondi (uno de los máximos apuntados por la Vicepresidenta en su carta); el secretario presidencial, Julio Vitobello; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca y el asesor del jefe de Estado en materia de comunicación Alejandro Grimson.