En la jornada del miércoles, se dio lugar al desalojo de las 18 familias que se encontraban usurpando viviendas y terrenos en barrio San Francisco. Tras haberse concretado esa orden, ahora será directo el desalojo si alguien vuelve a intentar tomar alguna de esas viviendas. Recordemos que, de las 17 que estaban siendo utilizadas ilegalmente, 10 ya se encuentran adjudicadas. Se quedaría un patrullero vigilando el lugar hasta tanto se terminen todas y se entreguen a sus dueños.
De la Redacción de El Norte
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Por trece días estuvieron usurpadas las viviendas sociales ubicadas en la zona oeste de nuestra ciudad, en barrio San Francisco. Las mismas pertenecen a un plan de desarrollo habitacional para poder paliar el déficit que respecta a ello. En concreto, se trata de 17 viviendas, las cuales están para terminarse y un terreno, que aún está sin edificar.
Cerca de 200 oficiales se hicieron presentes para llevar adelante el desalojo, el cual se completó en pocos minutos. Afortunadamente, no se suscitaron hechos de violencia ya que las familias desistieron de resistirse a la autoridad.
Una vez finalizado el operativo, personal de la Policía Ecológica procedió a la sanitación de las viviendas y personal municipal revisó los hogares. De las 17 en cuestión, diez ya estaban adjudicadas, es decir que ya tenían dueño y les fueron arrebatadas por trece días. Como las casas están por terminarse, aún no vivían familias en el lugar. Se espera que en el corto plazo estén listas.
Durante esos días, también se vislumbró un hecho que marca la extrema necesidad que existe en San Nicolás. Según contaron a EL NORTE los usurpadores mientras se suscitaba la toma ilegal de viviendas, “nosotros acá estamos lidiando con la policía para que no nos saque y con otras familias para que no se metan en las casas que agarramos. Nos pasó que quisieron entrar y pudimos echarlos”.
Esto supone, entonces, que si bien se logró desalojar a 18 familias de esas casas, existe la posibilidad de que otras familias intenten hacer lo propio. lo que podría llegar a desencadenar un problema mucho más grande: la aprehensión o detención de las personas que intentasen llevar a cabo dicho ilícito.
Orden de desalojo
Luego de que se dio fin al operativo de desalojo, EL NORTE consultó a jefes y oficiales del personal policial sobre futuras usurpaciones y cómo procederían en caso de tener que presenciar otro hecho ilícito de esta índole.
“Estaríamos ante un delito de inflagarancia, donde la fuerza policial tiene la facultad de utilizar la fuerza pública para hacer cesar el delito. En el momento vos podés proceder a la aprehensión y retirar a todo el mundo de las viviendas”, explica uno de los jefes a este medio.
Todo dependerá de cómo el personal policial que asista al lugar entienda la situación para saber cómo proseguir. “En estos momentos se encuentran tres móviles de la policía custodiando el lugar, más un grupo de infantería a los fines de prevenir posibles tentativas de usurpación”, agrega el jefe consultado por EL NORTE.
También, pudimos saber que la empresa encargada en la finalización de los hogares, está trabajando en el lugar. La idea es poder entregar, al menos, las diez viviendas adjudicadas en el corto plazo para las familias que ya fueron beneficiadas.
Déficit habitacional
Una de las cuestiones que no escapa a la República Argentina, mucho menos a nuestra ciudad, es el déficit habitacional. Con el reclamo de estas familias se ve una clara necesidad de viviendas en San Nicolás. En ese sentido, se está intentando paliar la situación a través de distintos planes.
Por ejemplo, el de Desarrollo Habitacional de 84 viviendas construidas en barrio San Francisco. Ya se sortearon 66, para empezar a paliar la necesidad de miles de familias. Para que todos tengan las mismas oportunidades, la Municipalidad implementó la modalidad de sorteo, donde los nicoleños inscriptos podrán ser beneficiarios de salir ganadores.
Los desalojados aseguran que se inscribieron en el registro de viviendas que promueve el municipio, que otorga el derecho a participar de un sorteo pero no de apropiarse de las unidades.
“Estamos todos anotados, pero nunca te llaman. No sé cómo es, si te seleccionan o no, pero siempre vimos pasar mucha gente y a nosotros nada”, agregó Damián.
“Hace tres años se incendió mi casa y desde entonces estoy luchando para adquirir una de estas viviendas porque no tengo dónde vivir. Soy padre de un nene discapacitado y tomé la decisión de instalarme en una de estas casas porque ya no sé qué más hacer”, comenta Juan.
Por su parte, Julio aseveró que “tiene que quedar bien claro que no queremos generar disturbios ni conflictos. Estamos acá con nuestros chicos intentando poder vivir un poco mejor porque en nuestras casas no tenemos las condiciones para hacerlo. Yo también estoy anotado y nunca recibí el llamado del Intendente”, tiró.