La alta inflación, la desaparición de la oferta de dólares por parte del turismo y la implementación del “dólar agro”, están impulsando el rebote de la divisa marginal según los operadores del mercado cambiario.
El dólar blue rebotó ayer hasta los $ 408 y este martes llegó a cotizar en el nuevo récord intradiario de $ 422, con muchas cuevas del microcentro porteño cortando la operatoria por la volatilidad de la divisa, que sobre el cierre de la rueda había bajado a $ 418. Expertos marcan la presencia de la inflación y de la nueva implementación del dólar agro como una de las variables causantes de esta situación.
Algunos operadores indicaron la gente, con la necesidad de cubrirse ante la alta inflación del 7,7% de marzo, busca refugio en la divisa marginal para no perder poder adquisitivo.
El alto costo de vida está obligando al Gobierno a acelerar la devaluación del peso y también impulsa la suba del dólar paralelo.
Desde diciembre pasado desapareció el turismo como oferta porque empezaron a usar la tarjeta de crédito al dólar MEP y solo quedó la operatoria de quienes van vendiendo un poco al mes, para protegerse de los precios en pesos, y además cuando sube un poco la demanda del chiquitaje el valor del marginal se dispara.
Explican los operadores que el mercado del dólar blue es muy chico, que tarde o temprano sigue la dinámica de los dólares financieros que, por volumen y transparencia, reflejan hacia dónde va la demanda y la oferta, a pesar de todos los esfuerzos e intervenciones parciales que realiza el Gobierno.
El aumento del dólar blue se produce en momentos en que el Banco Central comienza a comprar divisas desde la implementación del dólar agro, lo que aumenta la emisión monetaria y tiene su correlato en un aumento de la inflación.
Por cada dólar que compra el BCRA implica una emisión extra de $ 100, por la diferencia entre lo que paga el banco a los productores ($ 300) y el tipo de cambio oficial que entrega a los importadores.
Para lo operadores también se suma el componente político y la crisis económica y la gente comienza a inclinarse por una cobertura pre-electoral en dólares ante lo incierto de la situación económica.