La medición de Prefectura Naval San Nicolás arrojó un registro de 0,35 mts sobre el nivel del mar, 12 centímetros más alto que el día anterior. Sin embargo, se mantiene una perspectiva negativa con probabilidad de profundizarse según informó el Instituto Nacional del Agua (INA).
De la redacción de EL NORTE
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En los últimos días, el río Paraná creció frente a diferentes ciudades de la provincia de Entre Ríos y también en San Nicolás.
La medición que realizara este sábado Prefectura Naval San Nicolás arrojó una altura de 0,35 mts sobre el nivel del mar, en el hidrómetro ubicado en zona del puerto. El registro marca un crecimiento de 12 centímetros en relación al de 24 horas antes. Sin embargo, continúa lejos de sus niveles normales, de la marca de aguas bajas, y se mantiene una perspectiva negativa con probabilidad de profundizarse según informó el Instituto Nacional del Agua (INA).
El organismo señaló que la bajante de características extraordinarias “seguirá siendo motivo de especial monitoreo diario” y que a pesar de registrar un “importante incremento en el caudal descargado desde la alta cuenca”, y esperar que el río continúe creciendo “un 35% más que una semana atrás”, para el INA “prevalece una tendencia descendente” en las aguas del Paraná.
Es por eso que el pronóstico al 31 de octubre próximo “es netamente desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes dos meses, por lo menos”, explicó, y pidió mantener “la captación de agua fluvial para consumo urbano”.
Además aseguró que en el litoral argentino se espera un trimestre con condiciones “levemente deficitarias” de precipitación, mientras que para las regiones de la cuenca del Paraná y Paraguay aguardan un trimestre que evolucione con normalidad.
En tanto, el caudal entrante al delta del Paraná registró un comportamiento descendente durante todo agosto, más pronunciado en la segunda quincena, con un promedio de 8.000 metros cúbicos por segundo, muy por debajo de lo normal.
En ese sentido, el INA prevé que las próximas semanas continuará disminuyendo, y la tendencia climática para fines de octubre “no permite esperar una mejora sostenida”.
La bajante extraordinaria, que se espera que se acerque a la peor situación hídrica detectada desde 1944, está afectando la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades a la vera del agua en Entre Ríos.
Impacto económico
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el mes pasado por buque cargado con maíz el promedio de carga se ubicó en torno a 28.400 toneladas, “el número más bajo en al menos tres años”.
Esto se da cuando la campaña del maíz estaría próxima a ubicarse como la segunda con más ventas externas anotadas, con potencial de superar los 38 millones de toneladas del récord del año comercial 2018/19. Según se detalló, las ventas externas de maíz ya acumulan casi 34,7 millones de toneladas en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).
Frente a este contexto gran parte del maíz tardío tuvo que embarcarse por los puertos del sur de la provincia de Buenos Aires porque al no poder cargarse por completo los buques en los puertos del Gran Rosario, por culpa de la bajante, muchos deben completar la carga en Bahía Blanca o Necochea y Quequén.
Además de los mayores costos de flete para trasladar los granos una distancia más larga hasta los puertos del sur bonaerense, la BCR sostuvo: “En dicha región no se cuenta con la infraestructura que tiene el polo agroexportador del Gran Rosario. Así, en caso de un rechazo de camión por humedad, presencia de insectos u otros se dificulta acondicionar el grano en la zona, con el riesgo que conllevaría no poder completar la descarga en destino e incurrir en importantes pérdidas”.