La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado la instauración del 23 de marzo como el Día Mundial de la Rehabilitación Motriz, con el objetivo de destacar la importancia de que todas las personas con limitaciones tengan acceso a los programas y tratamientos necesarios para su rehabilitación integral y su plena participación en la vida familiar, social y comunitaria.
La rehabilitación es un conjunto de procedimientos multidisciplinarios destinados a ayudar a las personas a alcanzar su mayor potencial físico, psicológico, social, laboral y educacional, teniendo en cuenta sus limitaciones y las medioambientales. La discapacidad motriz, por su parte, se caracteriza por una pérdida o limitación de la movilidad voluntaria, lo que puede dificultar la realización de algunas actividades.
En este contexto, ANARL (Asociación Nicoleña Antipoliomielítica y de Rehabilitación del Lisiado) se presenta como una institución fundada en 1960 en San Nicolás, a raíz de la epidemia de polio que azotó el país en la década del 50. Desde entonces, ANARL brinda a la comunidad nicoleña y su zona de influencia un servicio de rehabilitación integral, que se lleva a cabo mediante el trabajo de un equipo interdisciplinario compuesto por fisiatras, neurólogos, traumatólogos, kinesiólogos, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogos, psicólogos, psicopedagogas y asistentes sociales.
Las modernas instalaciones de ANARL están adecuadas para el mejor tratamiento que necesite cada persona que se acerque. La constancia del paciente y del grupo familiar son fundamentales para alcanzar los mejores resultados, y el compromiso de los profesionales y directivos que integran ANARL es acompañar al paciente en todo el proceso y en cada etapa lograr la mejor calidad de vida posible para él y sus familiares.
En este Día Mundial de la Rehabilitación Motriz, es importante destacar la importancia de la rehabilitación integral para todas las personas con limitaciones, y recordar que el objetivo es volver a “habilitar” a las personas con sus secuelas para que logren desempeñarse de forma útil, segura y en tiempo y forma en las actividades de la vida diaria. La rehabilitación no significa curar, sino ayudar a las personas a alcanzar su máximo potencial.