La Justicia bonaerense dio curso a un amparo, tras considerar que existieron vertidos “ilegales y sin autorización”. El fallo exigió a la empresa que en su planta de San Nicolás inicie, en el término de 20 días, un plan de mejoramiento de su sistema de tratamiento de efluentes líquidos.
El Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires hizo lugar a un amparo ambiental contra la planta productora de herbicidas que la empresa Atanor SCA tiene en San Nicolás, por contaminar el río Paraná mediante vertidos “ilegales y sin autorización” de residuos peligrosos.
El amparo ambiental había sido interpuesto por Fomea en 2015, en el que denunció la “masiva” contaminación del ambiente con agroquímicos y la “grave” afectación en la salud de los vecinos, puesto que la empresa se ubica en pleno radio urbano.
Luego de ocho años de trámite judicial y la realización de numerosas pruebas que contaron con la intervención del Conicet, el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIM) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la División de Delitos Ambientales de la Policía Federal, la jueza a cargo, Luciana Bancalari, determinó en su sentencia que “fue probado el marco de ilegalidad en el que funcionaba Atanor”.
En ese sentido, Bancalari señaló que de la pericia del Conicet sobre muestras de agua de Atanor prueba “la presencia de Atrazina con valores superiores a los permitidos para protección de la biota acuática en aguas superficiales, encuadrando dentro de la Ley 24.051 de residuos peligrosos, en particular en el grupo Y4 (Anexo I)”.
La pericia llega a la conclusión de que “Atanor SCA vuelca desechos peligrosos y tóxicos que degradan la calidad de agua del curso del río y afectan la biota acuática”, todo ello considerando los Niveles Guías de Calidad de Agua de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación Argentina (2003) que establece el nivel guía de calidad para atrazina en cursos de aguas superficiales.
La titular del Juzgado de Ejecución Penal de San Nicolás sostuvo, además, que “no puede perderse de vista que Atanor se encuentra situada en pleno radio urbano y que es una empresa que manipula productos peligrosos para la salud”.
Por ese motivo la magistrada condenó a la industria demandada a la inmediata puesta en funcionamiento de un mejoramiento del sistema de tratamiento de efluentes líquidos en el término de 20 días.
También los obliga a realizar una evaluación de riesgo ambiental en términos cuantitativo, un estudio de perturbación del suelo con intervención del Conicet y convocó a la Universidad Nacional de Entre Ríos a realizar un monitoreo de la calidad de aire en la población circundante, incluyendo domicilios particulares.
De acuerdo a la sentencia, de los resultados que allí se obtengan se tomarán nuevas decisiones judiciales.
Finalmente el Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires prohibió definitivamente a la empresa Atanor que continúe produciendo el insecticida “clorpirifos”, sustancia que múltiples estudios han demostrado que causa daño neurológico en niños y niñas.