El entrenador del seleccionado argentino comenzó esta tarde a definir el equipo que iniciará el encuentro frente a Bolivia del jueves a las 20.30 en el estadio Monumental, por la décima fecha de Eliminatorias. Será el primer partido del nicoleño Juan Musso desde el arranque en la selección.
Ya resueltos que están los reemplazos del arquero Emiliano Martínez por el nicoleño Juan Musso, que jugará su segundo partido en la selección mayor (el primero como titular y de carácter oficial), así como el del zaguero central Cristian Romero, por el que volverá Germán Pezzella, la ausencia de Lo Celso supone un intríngulis del que el técnico parece poder salir solamente con un cambio de esquema, abandonando el 4-3-3.
Para ello y después de medio entrenamiento basado en diversos aspectos físicos desarrollados bajo dos ejes centrales como lo son la velocidad y la coordinación, Scaloni trabajó intensamente esta tarde, con la lluvia como compañera indeseada, por espacio de media hora tratando de reslver ese problema.
El fútbol reducido quedó para el final de la jornada vespertina de práctica en el predio de Ezeiza, donde los jugadores fueron testeados de cara al cotejo con los bolivianos y el arquero boquense, Agustín Rossi, trabajó por primera vez ataviado con la ropa de entrenamiento de la selección mayor.
Que la falta de un volante como Lo Celso sea tan importante pasa no solamente por la distribución de volantes y delanteros, sino porque además el mediocampista de Tottenham Hotspur, que a su regreso a Inglaterra hasta podría ser multado por el club lo mismo que su compañero, “Cuti” Romero, según aventuró el diario local Daily Mail, se convirtió en el socio ideal de Lionel Messi.
Y este no es obviamente un dato menor que hace agudizar la mirada del técnico mucho más, ya que esa comodidad que había alcanzado el capitán argentino con su conciudadano rosarino esencialmente en el juego corto, no tiene su correlato en otros componentes del plantel.
Por eso los nombres de Alejandro Gómez, Exequiel Palacios y Nicolás González surgen rápida y lógicamente, pero con otro esquema, inclusive los de los dos Correa, Ángel y Joaquín, pero entre esas alternativas no aparece quien complete esa media docena de futbolistas, y es el de Paulo Dybala.
Si bien con todos los antecedentes y hasta los prejuicios que existen respecto de la difícil convivencia del cordobés con “Lío” dentro del campo de juego, algo que se disparó justamente a partir de una declaración del propio hoy capitán de la Juventus, que el ex-Instituto sea solamente el eventual reemplazante del flamante jugador de Paris Saint Germain no tiene demasiada lógica inclusive para merecer una convocatoria.
Es que Messi, es sabido, quiere jugar todos los partidos y cuando arranca como titular no quiere salir, por lo que Dybala estaría condenado a no tener minutos nunca, a menos que el ingenio del entrenador, y la generosidad del capitán, porque no decirlo, permitan que los dos tengan espacios para moverse de tres cuartos de campo hacia adelante.
Y en eso anda el entrenador argentino por estas horas, porque además para eso lo hizo volver a Dybala a la selección después de dos años de ausencia, y para que él pueda compartir escenario con “Lío” el sistema 4-3-2-1 sería el más apropiado.
Es que ese “2” sería el que ocuparían Messi y Dybala, compartiendo el ancho de la cancha por detrás del “1”, Lautaro Martínez, teniendo ambos lugares en ataque para encontrarse y también para “desencontrarse” y evitar así cualquier superposición de espacios.
Ese esquema entonces tendría los siguientes nombres y apellidos: Juan Musso; Gonzalo Montiel, Germán Pezzella, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Ángel Di María; Lionel Messi y Paulo Dybala; Lautaro Martínez.
La presencia de Tagliafico en lugar de Marcos Acuña obedece a que Di María jugaría por delante suyo y entonces haría el carril superior del ataque, mientras que por afuera de De Paul se forjarían las proyecciones de Montiel.
De cualquier manera mañana por la tarde, después y no antes de la conferencia de prensa que ofrecerá a partir de las 13, a partir de las 15.30 precisamente estará Scaloni armando el equipo que el jueves buscará la victoria ante Bolivia, que en caso de no ganar, llegará a 60 partidos internacionales sin triunfar como visitante.
Y eso significará que Argentina estará cada vez más cerca de Qatar 2022, esta vez ya hasta con parte de su público celebrando en el Monumental.