Ayer a la mañana, pese a las restricciones sanitarias dispuestas por el Gobierno, unas 150 personas se concentraron en un campo del barrio Fraga para presenciar carreras de caballos organizadas de forma clandestina. Cuando llegó la Policía el público comenzó a retirarse.
Es increíble que la gente, en general, no entienda el difícil momento sanitario que atraviesa la Argentina. Cuando el Gobierno ha decretado restricciones en la circulación para bajar los contagios por coronavirus, y evitar así la saturación de las terapias intensivas de clínicas y hospitales, se ha observado falta de control en ferias barriales, con cientos de personas circulando sin barbijo y ningún tipo de cuidado.
Inconciencia
Además las fiestas clandestinas, con decenas de participantes, sin diferencias sociales, tanto en Nordelta como en barrios de clase media o baja, habla de una inconciencia superlativa, en la que lo que le pase al otro no interesa.
En San Nicolás se han desbaratado todo tipo de fiestas ilegales durante todos estos meses de pandemia, y los organizadores han sido sancionados con las multas que estipula la ley. Pero la desidia y el egoísmo no se detienen.
Carreras ilegales
En las primeras horas de la tarde de ayer, aproximadamente a las 14, personal del Comando de Patrullas perteneciente a la Comisaría Tercera, tomó conocimiento que en un amplio terreno ubicado detrás del Hogar Granja, en el cruce de las calles 1 de Mayo y Mendoza del barrio Fraga, se estaba desarrollando una carrera de caballos, que luego se informó no tenía permiso municipal por lo que había sido organizada de manera absolutamente clandestina.
La Comisaría Tercera envió dos móviles al lugar, pero cuando llegaron los efectivos policiales comprobaron que las aproximadamente 150 personas que habían concurrido a la competencia ilegal, se estaban retirando del sitio mencionado.
Por esta razón no pudieron ser identificados los organizadores, poniéndose en conocimiento de lo ocurrido al Juzgado Correccional de turno.
