La mujer, de 38 años, fue detenida. “Era de mi total confianza”, dijo, sorprendido, el dueño de la transportista.
A un día de la quinta temporada de la serie española La casa de papel, en Mendoza una mujer disfrazada con mameluco rojo y una máscara de Dalí, igual que los personajes de la serie, ingresó con una falsa pistola a las oficinas de una empresa de transporte de Maipú, en el Gran Mendoza, amenazó a sus empleados y se llevó más de 3 millones de pesos.
Un empleado de la transportista la persiguió, mientras el resto avisaba a la policía. Lograron detenerla en la calle y descubrir que quien estaba detrás de la careta, era la esposa de otro empleado.
“Era la señora de un empleado mío. No lo puedo creer, porque era un empleado buenísimo, trabajador, me parece imposible lo que ocurrió”, dijo Juan Carlos Valverde, el dueño de la empresa.
El asalto ocurrió en la noche del miércoles, cerca de las 21, cuando los empleados del transporte Valverde estaban por despachar camiones con cargas a destinos internacionales. En la caja había dólares, pesos chilenos y pesos argentinos.
La mujer, que en la causa fue identificada por sus iniciales S.P., de 38 años, ingresó disfraza, amenazó a los empleados. “Los encañonó, les hizo parar las alarmas y abrir las cajas donde estaba todo el dinero. Pedía más y más”, contó el propietario de la empresa, en declaraciones a radio Nihuil.
La ladrona empezó a cargar el dinero de la empresa en un bolso. Según el detalle policial, se llevó: 190 mil pesos argentinos, 4 millones de pesos chilenos y 16 mil dólares, lo que suma alrededor de 3.3 millones de pesos a valor blue.
Salió corriendo con su disfraz y el bolso con el dinero, no parecía tener cómplices que la esperaran. Un empleado la siguió y junto a otros vecinos que estaban en la calle y oyeron sus gritos de auxilio, “me acaban de robar”, lograron detenerla en French y Mallea, a pocas cuadras del lugar del asalto.
“Se había detenido a pedir agua la ladrona”, contó Valverde.
A los pocos minutos, llegó una patrulla. La mujer fue detenida, le secuestraron el bolso con el dinero, su careta y el mameluco rojo. Y descubrieron que el arma utilizada era un aire comprimido, réplica de una pistola calibre 9 milímetros.
El marido de la mujer tiene 39 años y es un empleado con mucho conocimiento del manejo del dinero en la empresa. Está siendo investigado porque simuló que salía a perseguir al ladrón.
“Subió a mi camioneta y salió supuestamente a buscar a quién nos acababa de robar. Dio varias vueltas por el barrio y volvió”, dijo el dueño sobre su empleado de “confianza”. Ahora sospechan que todo ese acting era parte del fallido atraco.