Ramallo por momentos parece detenido en el tiempo. El análisis de porque pasa eso es tal vez más profundo, y entran a jugar factores sociológicos. El pasado jueves en horas de la madrugada desde el Gobierno local decidieron sacar la garita o refugio de espera del transporte público de pasajeros de avenida San Martín y Belgrano frente al edificio municipal.
Ese espacio público había sido intervenido por las ONG medioambientales en muestra de protesta y bajo el mensaje “Ramallo No se vende”. Hubo fuertes críticas de las organizaciones y una explicación por parte del municipio. La controversia se desató en las redes.
Florencia Lima Subsecretaria de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad explicó, “más allá de que nos encontramos trabajando en las garitas que ya no tienen funcionamiento, se está poniendo en valor las que sí funcionan. Y esto, por otra parte, viene a contribuir en un proyecto de revalorización del edificio municipal. Fue una idea que surgió a partir de la pandemia, de mejorar el sector de ingreso, y se va a intervenir dentro de los límites del palacio municipal. No en la vía pública.”
También explicó que la demolición “se hizo en forma nocturna trabajando con retro-palas excavadoras y camiones, siendo una calle muy transitada para hacerlo en el horario habitual. De ésta manera se trabajó más tranquilo y con poca circulación.”
Las otras miradas
Algunos vecinos expresaron su indignación en las redes sociales.
Mercedes de la Torre, frente a la situación publicó en su cuenta de Facebook:
Cada vez se parecen más.
Los gobernantes se mimetizan cuando llegan al cargo.
No importa el color político.
Les duele lo mismo, porque los mueve lo mismo.
Y creen que pueden borrar la historia.
Como los que creyeron que desapareciendo a las personas quedarían libres de todas las aberraciones que hacían.
Y actúan igual, a la sombra de la noche…
Desde UPVA, Unidos por la Vida y el Medio Ambiente publicaron:
Una imagen vale más que mil palabras. Nuestra garita, símbolo de la lucha popular, destruida. Aún así, Ramallo no se vende.