Desde el lunes 2 de enero que se lleva a cabo en el Tribunal de Dolores el juicio por el homicidio de Fernando Báez Sosa.
Finalizó la primera semana del juicio oral contra los ocho rugbiers acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell el 18 de enero de 2020. Tras los primeros cinco días, la defensa sostiene las mismas imputaciones contra los denunciados.
Los detalles de la primera semana
Durante las diversas jornadas, varios testigos del ataque y crimen, como los secundarios, fueron personas claves para la causa. Algunas hasta dieron información “valiosa” para sumar al caso y que complican aun más a los sospechosos.
Por el momento el más complicado es Máximo Thomsen ya que en varias declaraciones lo incriminan como la persona que le pegó a Fernando y hasta culpó a Pablo Ventura.
Desde el primer día hasta el quinto pasaron una batería de testigos, algo que parece se repetirá hasta el 18 de enero. Desde los padres de Fernando hasta la joven que intentó asistirlo con RCP, varios crudos relatos estremecieron el Tribunal de Dolores.
“No tuvieron piedad, era un ser humano, me duele tanto lo que le hicieron, le llamaban negro. Me quedé sin nada”, aseguró Graciela, madre de la víctima.
Otra de las personas que tuvo importancia en el juicio oral fue Pablo Ventura, el joven acusado por los rugbiers. El remero, como fue reconocido Ventura, fue inculpado días después del crimen, y hasta fue encarcelado. Finalmente se determinó que era inocente a los días.
“Los vi pelear a los ocho en varias situaciones, a la salida de boliches en Zárate o en jodas”, sostuvo Pablo.
Ese mismo día otro amigo de Fernando relató lo que se vivió a la salida de Le Brique: Máximo Thomsen le pegó una patada, con odio, brutalidad y con intención de matar”. El amigo de Báez Sosa habló de una “emboscada” hacia ellos, aunque buscaban alguien en particular, “a Fernando, ellos querían atacarlo a él”.
Por su parte, también fueron citados empleados de Le Brique, el boliche dónde comenzó la tragedia. “Nunca ví nada igual, era saña. Hace 20 años que trabajo de esto y nunca vi nada igual, todo patadas”, aseguró uno de los seguridad de lugar.
“Lo veo de frente, estaba Thomsen pegándole al chico que fallece, recuerdo que le pega dos patadas en la cabeza”, quizás uno de los momentos más duros del juicio se vieron tras estas palabras de Tomás Bidonde. Este chico había ido a Villa Gesell en la misma época, y estuvo esa noche en el lugar.
En la última jornada de la semana, declaró Andrea Ranno, empleada del hotel y que vio pasar a los acusados después del crimen. Allí aseguró que los rugbiers “estaban orgullosos” y “festejaban porque todos se atribuían algo”.
“Ellos pasaron frente al hotel y los escuché hablar de una pelea y que festejaban la situación, pero primero vi cómo uno de ellos salió corriendo y estaba como sacado”, señaló la mujer en el tribunal de Dolores.