La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General Impositiva (DGI), interdictó en la provincia de Corrientes 180 toneladas de soja valuadas en más de 17 millones de pesos que iban a comercializarse de manera irregular.
La incautación se realizó en el marco de un procedimiento realizado en el acceso a la localidad de Santo Tomé.
Tras verificar que la documentación respaldatoria, tanto de los remitentes como destinatarios, carecían de capacidad económica y financiera, siendo operadores falsos, procedieron al decomiso. En el operativo también participaron miembros de Gendarmería Nacional, dependiente del Ministerio de Seguridad.
La carga se encontraba distribuida en seis camiones y se dirigía a Misiones para, presumiblemente, cruzar a Brasil de forma ilegal. Los controles de los agentes del organismo conducido por Carlos Castagneto consistieron en constatar la validez de origen de los granos transportados y cotejo documental y registral. Los inspectores comprobaron que los remitentes y destinatarios carecían de capacidad operativa, económica y financiera para producir o comercializar la soja, es decir que se trataba de operadores apócrifos.
Ante la evidente maniobra fraudulenta, el personal de la DGI procedió a interdictar la mercadería para así fraguar el intento de contrabando.
Por razones de logística y resguardo, se resolvió el traslado de los granos para su interdicción, secuestro y descarga en un establecimiento de acopio de la localidad de Barranqueras, provincia de Chaco.