BAJO LA ADVOCACIÓN DE SAN BENICIO, EL HOSPITAL SAN FELIPE DESDE 1874 CUIDA A LOS NICOLEÑOS

FECHA ESPECIAL

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El 23 de agosto es el Día del San Felipe Benicio, patrono de nuestro Hospital que nació en 1874. El Hospital General de Agudos San Felipe es desde entonces y por siempre patrimonio de la ciudad. Doña Justina Botet integró la Comisión de Señoras dedicadas a obras de caridad hasta su radicación definitiva en Buenos Aires, en el año 1876.

De la redacción de El Norte
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La señora Justina Acevedo de Botet, perteneciente a una familia de alcurnia de la ciudad de Buenos Aires, al fallecer su esposo -ciudadano uruguayo de nacimiento, quien fue juez de Paz por siete períodos en nuestra ciudad, el señor Felipe Botet-, mandó a construir un edificio en terrenos de su propiedad para la creación de un hospital que debería ser puesto bajo la advocación de san Felipe Benicio, en homenaje a su esposo.

En 1874, se fundó el hospital por esta caritativa dama, que luego fue legado al pueblo de San Nicolás, en cuyo acto, a través de escritura pública, se le dio el carácter legal que requería la donación ya efectuada verbalmente en el momento de la inauguración. El Hospital General de Agudos San Felipe es desde entonces y por siempre patrimonio de la ciudad.

Doña Justina integró la Comisión de Señoras dedicadas a obras de caridad hasta su radicación definitiva en Buenos Aires  (1876), donde falleció (1903).

Bregó para que el hospital fuera atendido por las Hermanas de Caridad. Fue así que se contrató a las Hermanas de la Congregación Nuestra Señora de la Misericordia.

El Dr. Marcelino Díaz Herrera ofreció sus servicios profesionales de forma voluntaria, para la atención gratuita de quienes ingresaran en el hospital, que fue aceptado inmediatamente por la Comisión.

Comisión administradora

El 20 de octubre de 1878, testó en Buenos Aires la señora Justina Acevedo de Botet, donando el hospital al pueblo y nombrando una comisión administradora presidida por su primo, José Francisco Benítez, junto con los vecinos Pedro Llobet, Juan Antonelli, José Gregorio Díaz, Mons. Pedro Ceccarelli.

La cláusula 6ta. del testamento establecía el orden interno del nosocomio a cargo de las Hnas. de la Misericordia. La cláusula 9na. decía que si la comisión administradora constituida como mandataria no llegase nunca a revestir el carácter de persona jurídica, “se entiende que el terreno y edificio continuará siendo propiedad de la otorgante y de sus herederos testamentarios ab-intestatos, quienes lo conservarán con el objeto que lo ha destinado, y quienes vigilarán y podrán exigir, en caso necesario, el fiel cumplimiento de las condiciones consignadas en el documento”.

Una segunda escritura firmada en Capital Federal, el 14 de agosto de 1890, dona otro terreno adyacente para ensanche del hospital y en la cláusula tercera se consigna que la donación del hospital debe ser aceptada por la señora Petrona López de Llobet y don Servando Gómez, presidente del Concejo Deliberante, en nombre del pueblo.

El 6 de diciembre de 1896, se bendice la capilla puesta bajo la advocación de San Felipe Benicio, cuya fiesta se celebra el 23 de agosto.

Transformación

Con el correr del tiempo y atendiendo a la demanda de la época, el hospital sufrió cambios estructurales, que lo fueron poniendo en la primera línea de los nosocomios de la región. Ya no solamente atendía la demanda local sino también la zonal y regional. Una de esas ampliaciones se concretó en 1890.

En 1935, una comisión integrada por “vecinos pudientes” de la ciudad administra el nosocomio, siendo ellos mismos los encargados de sostenerlo mediante una cuota mensual. Integraban la misma el señor Juan Bonet, José Rojas, Pedro C. Figueredo, El Dr. Fernando J. Iturburu, el Pbro. Rodolfo Torti, Severo Fernández, Daniel Estévez, José M. Rauch, Leopoldo Pincirolli, Asencio Gorriarán, Otto B. Wiengreen. La dirección estaba a cargo del Dr. Luis B. Amestoy.

En ese entonces, el hospital contaba con los servicios de hombres, de mujeres, de maternidad, de niños, de rayos X, laboratorio y farmacia.

Desde 1983 se fueron incorporando servicios además de las remodelaciones edilicias.

Asimismo se promulga la Ley de descentralización hospitalaria (el 5 de agosto de 1991), con lo cual la institución -a través de los Consejos asesor y de administración- es regida no solo por los directores nombrados oficialmente por el Gobierno de la provincia sino que comparte las responsabilidades con la comunidad, dado que dichos consejos están integrados por entes comunitarios.