Por muy buenas que sean las intenciones al entregar un obsequio, en muchos juguetes pueden esconderse estereotipos que terminarán reproduciendo desigualdades entre varones y mujeres. En este artículo, reflexión y opciones para tener en cuenta para las y los más pequeños.
Los regalos que reciben las niñas y los niños para Navidad y otras fechas especiales es uno de los momentos centrales de estas celebraciones. Por muy buenas que sean las intenciones al entregar un obsequio, en muchos juguetes pueden esconderse estereotipos que terminarán reproduciendo desigualdades entre varones y mujeres.
De acuerdo con datos recopilados por Niñas Valientes, el 72% de los juguetes ofrecidos a ellas en Argentina son de tareas del hogar y cuidado personal. Mientras los niños, a través de productos como vehículos, bloques de construcción o incluso armas de plástico, tienen más chances de inventar, crear y competir.
Regalarle una muñeca a la sobrina o un camión al nieto puede parecer inocuo, pero hay bastante evidencia de cómo el juego, y los objetos con los que se juega, es capaz de perpetuar los roles de género. Por ejemplo, según un estudio de la Universidad de Vigo, en España, las niñas de 5 y 6 años creen que los niños no pueden jugar con muñecas, mientras que los niños de la misma edad piensan que ellas no pueden divertirse con autos.
La socióloga Elizabeth Sweet marca que desacoplar los juguetes del género amplía el rango de opciones disponibles. Y abre la posibilidad de que niñas y niños puedan explorar y desarrollar sus diversos intereses y habilidades.
En esa misma línea, Macarena Abarca, coordinadora de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) de la Fundación Tremendas señala: “Recomiendo regalar no pensando en lo que debería gustarle según su género o edad, sino pensar en las habilidades que se pueden crear o potenciar con el regalo”.
No asociar juguete al género
Emilia Vergara, cofundadora de Niñas Valientes —fundación que trabaja por una educación no sexista— y actual consultora de la Unicef en derechos para las niñas e igualdad de género, explica: “El juguete en sí mismo no es sexista. Pero sí puede serlo la forma en la que lo entendemos, en la que se los aproximamos a las niñas y niños, y las expectativas que les ponemos a ellos”.
Lo que sí existen son productos sin género, y son esos los que se pueden privilegiar para regalar este tipo de días especiales o en la vida diaria en general.
Igualmente, esto no se trata de no regalarles nunca más autos a los niños ni muñecas a las niñas, sino de que “entiendan que ése no es un gusto propio ni exclusivo de hombres o mujeres. Así ayudamos a que no se asocie el juguete con el género, sino solo con la felicidad y el bienestar que éste trae”.
Ideas
Los set de ladrillos son recomendables porque permiten crear cosas impresionantes, los bloques incentivan el juego libre.
Una buena idea es regalar juegos que no impliquen siempre competencia, sino también colaboración. Así se puede romper con estructuras sociales muy arraigadas.
Los juegos de mesa, además de ser entretenidos, promueven habilidades sociales y el respeto de reglas, y solo pueden resultar exitosos si compartimos el momento con los demás.
Una brecha que aún persiste, aunque se ha ido corrigiendo en los últimos años, es la de la participación de las mujeres en la actividad científica. Un problema que para muchas comienza en la infancia, cuando quedan apartadas de juegos o dinámicas por ser consideradas ‘para varones’. Hasta hace poco —y todavía—, lo común era ver en las cajas y empaques de los juguetes relacionados con las ciencias a niños mirando por un microscopio o con una bata de investigador, pero nunca a niñas. Los regalos científicos pueden lanzar la curiosidad de las niñas, y hacerles ver el mundo de otra manera. Con este acercamiento, además, es más posible que se imaginen a sí mismas, como también a otras mujeres, realizando estos trabajos y profesiones. Los libros infantiles de científicas destacadas en la historia son otra opción interesante en auge.