“El Obispado es el representante legal de Casa Belén pero el cierre no es decisión del Obispado sino del equipo. Si la Casa hubiera sido necesaria, se hubiera continuado. Desde la inauguración estuvo casi cuatro meses vacía. Abrió dos años y en ese tiempo solamente tuvimos no más de 10 pedidos de abordaje con mujeres en situación de violencia”, expresó en diálogo con EL NORTE la coordinadora Mariela Pompei.
De la Redacción de EL NORTE
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Luego de dos años de funcionamiento, cierra hoy la Casa de Protección Integral para Mujeres en Riesgo, conocida como Casa Belén. EL NORTE consultó a la coordinadora Mariela Pompei sobre los motivos de la decisión.
“La Casa estuvo abierta dos años y en ese tiempo solamente tuvimos no más de 10 pedidos de abordaje con mujeres en situación de violencia. Desde el Poder Judicial no hubo derivaciones, la mayoría provino del espacio de género municipal. La máxima ocupación de mujeres fue de tres al mismo tiempo. Ingresaron con ayuda del equipo técnico de la Casa en todos los casos. En los dos años hubo muy poca demanda de la región, también teníamos comunicación con Ramallo, San Pedro y la Red provincial de Hogares de Protección”, explicó.
Pompei indicó que las casas de protección bonaerenses tienen un tiempo prestablecido de abordaje aproximado que es de tres a seis meses, “tiempo necesario para que la mujer pueda activar todas las medidas necesarias como exclusión del hogar y demás”. “La Casa no representa la solución a la problemática sino que ella pueda tener su casa y su vida y que la persona violenta sea a quien se le aplique las medidas necesarias para que no vuelva a violentar”, sostuvo.
“El Proyecto Casa Belén ahora se llama Proyecto Belén y acompañaremos a la mujer víctima de violencia. No es la casa de refugio lo que la mujer víctima de violencia necesita hoy sino medidas firmes, apoyo, mucho más que un subsidio. La problemática de la mujer víctima de violencia es mucho más amplia, con necesidades de vivienda, trabajo, acompañamiento”.
Mariela Pompei.
“Otras necesidades”
La coordinadora de Casa Belén precisó que la última mujer que estuvo allí lo hizo durante ocho meses y se retiró en septiembre pasado. “Nunca tuvimos la capacidad completa de la Casa, y hubo meses que no tuvimos ningún llamado. Nosotros habíamos avisado que hasta el 30 de noviembre podíamos recibir, no hubo llamados. Anunciamos el cierre en la Mesa general de Violencia, donde estuvieron referentes bonaerenses que coordinan las mesas locales de violencia. Hicimos el anuncio en ese espacio para que todos estuvieran informados. En el momento del anuncio nadie manifestó nada. Tuvimos reuniones con Fundación Avon, Conciencia y la Red de Hogares y todos plantean lo mismo: que las Casas de Protección hoy no responden a una necesidad real. El refugio para los momentos críticos es necesario pero la mujer víctima de violencia tiene otras necesidades”, manifestó y agregó: “Por ejemplo, para que la última mujer pudiera egresar no podíamos alquilarle una casa porque tenía el dinero pero no tenía garantía, recibo de sueldo ni referencia. La problemática de la mujer víctima de violencia es mucho más amplia, con necesidades de vivienda, trabajo, acompañamiento”.
Si te encontrás en situación de violencia, podés comunicarte a los siguientes números: 911 (Policía, para casos de emergencia), 144 (teléfono nacional para contención, información y asesoramiento las 24 horas de los 365 días del año), 443-9480 (Comisaría de la Mujer en San Nicolás – Rivadavia 848), 434-2905 (Área municipal ‘Mujer, Género y Diversidad’) o en Instagram @emergenciaenviolencia.sn y Facebook ‘Campaña por la Emergencia en Violencia contra las Mujeres San Nicolás’.
Ahora, Proyecto Belén
Consultada sobre si la decisión de cierre de la Casa la tomó el Obispado, respondió: “No, somos un equipo de profesionales y voluntarios y lo resolvimos por la falta de derivación. El Obispado es el representante legal pero no es la decisión del Obispado sino del equipo. Si la Casa hubiera sido necesaria se hubiera continuado. Desde la inauguración estuvo casi cuatro meses vacía. Había una capacidad para cuatro familias”, respondió.
Pompei adelantó que el proyecto continuará con otro tipo de servicios. “No nos desvinculamos de la vivienda. El Proyecto Casa Belén ahora se llama Proyecto Belén y acompañaremos a la mujer víctima de violencia a que se pueda insertar dentro del circuito que implica sus necesidades: acompañarla a hacer la denuncia, hacer un certificado de discapacidad si necesita, que asista a talleres, estar más cuerpo a cuerpo. No es la casa de refugio lo que la mujer víctima de violencia necesita hoy sino medidas firmes, apoyo, acompañamiento, mucho más que un subsidio. Estamos conformándonos como grupo”.