Iván, un chico con trastornos del espectro autista (TEA) fue “rescatado” de una situación compleja en lo social cuando era muy pequeño. El matrimonio de Luján y Jorge fue a la justicia para acobijarlo, darle un hogar y llenarlo de amor. Se encargaron de atender su condición, proyectar la vida de Iván desde la educación y hoy celebran que pudo conseguir su primer trabajo.
Por Leonardo Mirenda
Corresponsal Ramallo
La historia de Luján Espíndola y Jorge Faraoni, es una historia de amor. Cuando lo conocieron a Iván no dudaron un solo minuto. Los dos lo cobijaron, le dieron un hogar y lo “llenaron” de amor. Iván Faraoni, se sumó a una de las cadenas de supermercados más importantes que tiene el partido de Ramallo. “Estoy muy feliz que te puedo decir” dijo Lujan Espíndola referente de TGD Padres TEA Ramallo. La historia se remonta en el tiempo, un tiempo por el que fue difícil transitarlo, pero el matrimonio Faraoni- Espíndola no dudo y cobijó a Iván. Le dio “todo”. Esta familia trabajadora hoy celebra, que la palabra “inclusión” no sean solo nueve letras, sino que es la posibilidad que un joven que estudia, que tuvo un acompañamiento familiar y terapéutico hoy pueda tener un proyecto de vida.
Con Luján nos conocemos desde hace muchos años. Es una luchadora junto a Jorge, su esposo. Dos personas con una gran humanidad: “fue una sorpresa tremenda, fue una alegría de la familia y de la sociedad. Esto fue gestión de otras personas que nos acompañaron para que Iván hoy pueda ser parte de Mucoop” comenzó diciendo Luján emocionada. Solo ella sabe las luchas que fueron dando desde TEA Ramallo para que la inclusión llegue y para que la Ordenanza de Pirotecnia Cero será una realidad.
“En la propia Convención se reconoce el derecho de las personas con discapacidad a trabajar en igualdad de condiciones con las demás, en un entorno laboral abierto, inclusivo, accesible y garantizando los mismos derechos que cualquier otro empleado” remarcó en la continuidad del dialogo.
Iván fue “rescatado” de una situación compleja en lo social cuando era muy pequeño y fue el matrimonio de Luján y Jorge quien fue a la justicia para pedir por Iván. Le dieron todo. Se encargaron de atender su patología y proyectar la vida de Iván desde la educación.
“No hay palabras para tanta emoción…”
“Este fue un trabajo en conjunto desde el municipio y la escuela especial, nosotros sabíamos cómo se están moviendo para incluir a muchos jóvenes en muchos más lugares. Esta vez tengo que hablar como mamá de Iván y no como referente de TEA. Más allá que es un orgullo para TEA” aclaró Luján.
Más adelante remarcó: “Esto no lo esperábamos fue una gran sorpresa, fue un trabajo selectivo, entre la Dirección de Empleo de la Municipalidad, Mucoop y la escuela especial, fue un trabajo en silencio. Se fueron reuniendo con Iván, lo fueron preparando para este paso tan importante que es su vida… (Se emociona, se le entrecorta la voz, se produce una pausa pronunciada) “La verdad es que sí, vos sabes lo que esto significa para nosotros (me dice), es un cambio muy importante, la dignidad y la seguridad que le dan a cada pibe dándole esta oportunidad. Es hermoso”.
En la continuidad del diálogo sostuvo que “es un cambio muy importante en su vida, es una historia que sigue escribiendo, en su nuevo libro y va a aprender a valorar muchas cosas, más allá de los valores que uno le da para la vida. Él este año termina su secundaria y termina la escuela especial. Cuando se le preguntó qué pensaba, dejó en claro que tiene una perspectiva de vida muy marcada, muy seguro de lo que quiere”.
La emoción de Luján y Jorge
“El abraza su padre y le dice gracias, no te das una idea la alegría cuando entra al supermercado, él es feliz donde esta, estoy tan agradecida, a todos, al súper, a sus compañeros, a todo el personal, no tengo pala- bras de agradecimiento” contó.
“Lo veía bajar las escaleras del súper y lo veía tan feliz, le tocó acomodar la góndola de los perfumes y estaba feliz, ojalá muchas más empresas puedan tomar esta iniciativa y que entienden todas las empresas. Ojalá vean que todos tienen capacidades para realizar estos trabajos” afirmó.
El trabajo por la inclusión laboral es un trabajo constante que realizan desde TEA Ramallo: “Hoy le toco a Iván, antes les había tocado a otros compañeros de la escuela especial, pero tal vez no tuvieron la repercusión de Iván. Yo siempre publico todo en las redes. Mi hijo no va a vivir toda la vida con una etiqueta pegada en la frente y no depender de un estado, él quiere tener un sueldo y el día de mañana una jubilación”.
Primer día de trabajo
Sobre el primer día de trabajo relató “el primer día le pregunte si tenía alguna duda…y me dijo: si tengo dudas, ‘que voy a hacer después que me jubile’ (risas). Hay un gran trabajo de muchas profesionales con Iván, las docentes Mercedes Chávez, su integradora Agustina Sagrera, la integradora laboral, Florencia Montero”.
“Iván proyecta su vida desde el mundo del trabajo, es maravilloso. Él tiene gastado todo su sueldo (risas…) él se desenvuelve solo, él tiene que comprarse ropa va y se la compra, en ese sentido no tenemos que andar nosotros atrás de él. Se cambia realidades, se dan oportunidad, se cura el alma, vez el futuro más recto. Esta es una sociedad que se está abriendo y eso es muy importante”, indicó.
Luego recordó que “nos replanteamos si estaba bueno, salir y golpear puertas y contar el diagnostico de nuestro hijo. Salimos a golpear puertas para la medicación de Iván, y no me avergüenzo y hoy por hoy lo decimos con orgullo, de haber levantado la bandera. Hoy muchos pibes y pibas de nuestro distrito están siendo reconocidos y valorados. Atrás hay un grupo de gente que se ocupe de todos ellos. Gracias a todos los que gestionaron esta inclusión laboral para nuestro hijo Iván. A la Dirección de la Escuela Especial, Directora Sandra Barloqui, a Marcos Unsen, Director de Empleo Municipal; a Lorena Meraviglia, encargada RRHH de Mucoop; y a todo el personal que lo recibieron con tanta cordialidad”.
En el final, fiel a su estilo, no anduvo con vueltas: “Nuestro gran deseo es que esto sirva como ejemplo para que muchas empresas se sumen y nuestros pibes y pibas tengan las mismas oportunidades”.
Déjenme contarles que no cabe en nuestro pecho tanta felicidad, eternamente agradecidos familia Faraoni-Espíndola
