Eclipsando el momento histórico en el que por primera vez en la historia un partido de futbol masculino en una Copa del Mundo una dupla femenina estuvo a cargo de la transmisión, las redes sociales destilaron odio de género. Lola Del Carril y Ángela Lerena padecieron un sinfín de agravios; no por la ejecución de sus tareas, sino atravesadas por el sesgo machista. La periodista, docente y escritora Florencia González señala que “todavía hay muchísimo para hacer y trabajar”.
Carolina Mitriani
[email protected]
En el desarrollo de la Copa del Mundo de fútbol Qatar 2022, el encuentro por fase de grupos entre Suiza y Camerún –transmitido a través de la señal de la Televisión Pública y Depor TV– se concretó un hecho histórico: por primera vez en Argentina un partido contó con mujeres en relatos y comentarios. Lola del Carril y Ángela Lerena son los nombres y rostros de este hito, que sacude las estructuras pre-instaladas del periodismo deportivo, un espacio dominado desde sus comienzos por las masculinidades.
“Voy a tener el orgullo de ser la primera relatora en una Copa del Mundo de la historia de la televisión argentina. Mirar al lado y que esté la siempre profesional Angela Lerena será otro de los goles. Con mi amiga seremos la primera dupla femenina en un mundial masculino”, expresó en la previa Del Carril. Lerena respondió: “No solo voy a verte brillar en un Mundial sino que voy a estar sentada al lado tuyo. Hacer historia es lindo pero lo más lindo es que vamos a disfrutar el fútbol juntas”.
Contraste
No todo fue celebraciones, ya que este suceso trascendental fue el quiebre para quienes –alienados en sus ideales de ámbitos potentemente machistas- propinaron violencia contra las periodistas.
Al respecto, la periodista y docente Florencia González, oriunda de San Fernando, autora del libro “Ovarios y Pelotas – Más que fútbol femenino”, dispensó a diario EL NORTE su visión sobre lo que conlleva este momento de relevancia para la agenda periodística, deportiva y cultural, sumando las consecuencias propias del odio. “Que una dupla femenina haya podido relatar en un Mundial de futbol masculino habla no solo de un hecho histórico sino también de cuánto nos cuesta todavía naturalizar este tipo de acciones dentro de los medios de comunicación y de la sociedad. Siempre nos estamos sorprendiendo o tomando como novedad estos sucesos cuando ya tendría que ser algo recurrente, algo habitual”, señaló Florencia, añadiendo que en su otra parte “no deja de ser un hito, entonces eso también hace a lo noticioso, hace que lo podamos comunicar, difundir y contar a través de los medios”.
Un aspecto central está en dónde ocurre este logro del periodismo femenino argentino: “Me parece súper importante que se tenga en cuenta además en un contexto donde es totalmente contrastante, hablando del mundial de Qatar 2022, donde los derechos humanos no son una prioridad, donde hay restricciones y privaciones a los derechos de las mujeres y diversidades, donde hay un gobierno que no vela por esos derechos y donde la mujer no tiene participación”, señaló González.
Por tales motivos, la multiplicación de un hecho que da relevancia y paridad a los roles femeninos también empuja al «efecto contagio» en el resto de los ámbitos: “Es sumamente destacable el hecho de que otros medios puedan levantar en este caso esta noticia, porque creo que muchas naciones y seleccionados están en contra de cómo se vive y como es la cultura y el contexto social en Qatar”, planteó la periodista, al tiempo que valoró: “Que en el medio de tanto caos pueda haber este avance que denota este contraste de culturas, de derechos humanos y de luchas”.
Odio en línea
Particularmente en la red social Twitter, donde es más accesible mantenerse en el anonimato, los comentarios agraviantes y hasta amenazantes contra las dos protagonistas de este hecho, Lola Del Carril y Ángela Lerena, fueron (y son) una ola de machismo y rencor. “No comentes boludeces, quédate callada que molestas”, “Gracias por avisar que va a estar Ángela así pongo otro canal”, “¡Habrá que mutear!”, “Qué pereza. Hasta mi primo de 10 años lo hace mejor”, “Relaten voley, handball, les va quedar mejor. En su vida patearon una pelota” son apenas algunos de los miles de tweets que pueden reproducirse, descontando los insultos de manera directa e imágenes en formato “meme” como método de amedrentamiento viral.
“Los discursos de odio que hay en las redes sociales incrementan esa violencia contra las mujeres y siempre es recurrente la condición de género: por ser mujer mi discurso de odio no por lo que haces. Eso también engloba una problemática que es muy propia del sistema patriarcal y machista, que es muy difícil de erradicar todavía. Es algo muy difícil de sacar de raíz y es algo que no se puede controlar tampoco en los medios digitales”, reflexionó Florencia González, recordando un tweet que comparaba la violencia contra las mujeres en tierras qataríes con el trabajo de esta dupla de mujeres, apuntando principalmente a Lerena.
“La violencia digital es algo diario en nuestra profesión. Hay que repensar qué dejamos a las generaciones venideras”.
FLORENCIA GONZÁLEZ, PERIODISTA.
Pese a esto, González reconoce que este Mundial “también tiene para nosotras un significado bastante positivo, teniendo en cuenta que hubo muchos avances en los movimientos feministas para conseguir más derechos y de la visibilización, promoción y difusión que se le da a la mujer en el futbol. Por eso es sumamente importante que estos hechos sucedan cada vez más, porque hay que tener presente que la Ley de Equidad de Género en los medios es recién sancionada y aprobada en el año pasado. Desde ese momento a hoy son muchas más las caras visibles que hay de la mujer en los medios públicos, por ejemplo en Depor TV”.
Estos pequeños-grandes pasos que se dan para el periodismo femenino construyen “una forma de superarnos en cada año en distintos derechos para seguir este camino de conquistas que siempre tuvimos pero históricamente estuvieron invisibilizados estos espacios para nosotras”, afirmó la trabajadora de los medios y profesora. Pero el trayecto aún sigue siendo hostil, por lo que comprende que “si bien hay avances, todavía hay muchísimo para hacer y trabajar. Seguimos siendo cuestionadas en nuestros lugares de trabajo, en la toma de decisiones, en el día a día en la sociedad, en la calle somos violentadas, agredidas, por querer ocupar un espacio que también es nuestro. Siempre decimos que el deporte no tiene género”.
Algo que resalta de manera evidente en la comparativa de qué y cuántos comentarios negativos reciben los colegas de la rama masculina del periodismo deportivo está planteado en que “siempre somos cuestionadas por nuestra condición de mujeres, no por lo que sabemos o no. Siempre vamos a ser vistas y cuestionadas porque somos mujeres comentando un partido de futbol y entonces ¿qué vamos a saber? Si nuestro rol no estuvo consulado a este deporte…”, ironizó Florencia González, aseverando que en la contracara “cada vez somos más las que alzamos la voz y seguimos adelante sin importar lo que el contexto patriarcal nos pueda decir. Es a nivel federal que son cada vez más mujeres relatoras, más comentaristas. Si bien todavía hay machismo, prejuicio, y violencia, lo importante es no dar un ni paso atrás”.