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viernes, octubre 18, 2024
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JUICIO POR SOFÍA KOTELCHUK: “SIEMPRE ESTABAN LOS DESEOS DE ARANCE POR SOBRE LOS DE ELLA; HABÍA MANIPULACIÓN”

INFORME DE LA PERITO ESPECIALIZADA

El juicio por la golpiza que recibió Sofía Kotelchuk en agosto de 2021 en manos de su entonces pareja, el farmacéutico Bernabé Arance Russo, tuvo la primera audiencia. Se destacó el peritaje revelado por la licenciada Judith Sbacco (Centro de Asistencia a la Víctima) en el que identificó violencia de género por parte del imputado: “Ella estaba como programada para hacer lo que él le decía. No era un vínculo sano”. Además de plantear que pudo ver las secuelas de la agresión física, destacó que en lo moral “hay un daño que es irreparable”.

Se espera que hoy declare el imputado, acompañado por su abogado, el Dr. Moreno. IARA CERASI / EL NORTE

Carolina Mitriani
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En la jornada de jueves se dio comienzo al juicio que diligencia el Juzgado Correccional N° 2 del Departamento Judicial San Nicolás, que tiene como imputado a Bernabé Luis Arance Russo. La causa que se le sigue –encabezada por el juez Zubiri y la investigación a cargo del agente fiscal Martín Mariezcurrena–  es por golpes en contexto de violencia de género contra Sofía Kotelchuk, su pareja al momento de ocurrir los hechos, el 24 de agosto de 2021.

Oficiales

Varios efectivos de la policía local prestaron declaración testimonial en la apertura de la audiencia, dando cuenta de lo sucedido en aquella madrugada en pleno centro de San Nicolás. Uno de ellos –del móvil que llegó tras un pedido de refuerzos– declaró que el llamado recibido a través del 911 fue por “gritos de auxilio de una chica”. El oficial destacó que era claramente audible e interpretable que ocurría un problema: “En la puerta del edificio escuchamos, desde afuera, que una chica gritaba, lloraba, pedía auxilio, que la ayuden”.

Al ingresar, encontraron “tendida en el piso, con la rodilla con sangre y el cuello marcado” a Sofía. También explicó al juez que “ella estaba en shock” por lo ocurrido. Respecto a Arance Russo, al entablar diálogo con él para tratar de entender la escena, les dijo “que ella fue a hacerle problemas y que esa fue la reacción. Dijo que ella fue a hacerle lío”. Además, Bernabé “dijo que tenía una chica escondida. Llamamos después al padre (Arance) para que se la lleve”, retrató el policía.

“Ella estaba como programada para hacer lo que él le decía. No era un vínculo sano. Había manipulación”. Perito Lic. Judith Sbacco.

Informe profesional

La licenciada en Trabajo Social Judith Sbacco –con 30 años de trayectoria en la Justicia, 23 de ellos en el Centro de Asistencia a la Víctima– dio cuenta del informe victimológico, que surge de haber entrevistado a Kotelchuk tras los hechos. En él se establece el contexto vincular entre la víctima y el denunciado, además de elaborar un repaso por la historia personal de la mujer para conocer su estado de vulnerabilidad.

A través de Sbacco se esclarecieron importantes datos sobre la violencia de género que Arance Russo ejercía desde los comienzos de la relación, que databa de dos años. “Él solía tomar psicofármacos, por lo que le pedía que vaya a la mañana temprano a despertarlo y a hacer tareas domésticas. Era algo implícito. Si ella no lo hacía, la presionaba”, resaltó la profesional, recordando cuando el imputado viajó a Buenos Aires en una suerte de viaje de relax propiciado por su familia y desde ahí “él le pide que esté la casa limpia”. Cabe destacar que no convivían, sino que frecuentaban sus domicilios.

Otro hecho destacable surgido marcó que “la vida de ellos era solo puertas adentro”, a Bernabé no le gustaba mostrarse con Kotelchuk, “y ella lo aceptaba” porque se planteaba como única opción en el vínculo. La relación de absoluta asimetría fue advertida por la perito, que explicó que en una pareja funcional y sana las dos partes tienen igual grado de implicancia. “Esta paridad no existía. Siempre estaban los deseos de Arance por sobre los de ella. (…) Ella estaba como programada para hacer lo que él le decía. No era un vínculo sano. Había manipulación”, aseveró la licenciada.

La figura de violencia simbólica, que es aquella que afecta la calidad de vida, proyectos y autoestima de la víctima, fue afirmada en esta causa. No quedaron dudas para Sbacco de que este es un caso de violencia de género, por lo que inmediatamente después de recibirla solicitó derivación para que Sofía recibiera asistencia psicológica. La perito judicial señaló que resulta evidente “el daño moral de ella de tener que asumir cosas que estaban fuera de sus creencias y valores” e identificó que “hay un daño que es irreparable”, además de reflejar: “El daño físico lo pude ver con mis ojos”. Por lo que tuvo que ayudar a Kotelchuk a ponerse un buzo y levantarse de la silla, de tanto dolor que atravesaba luego de la golpiza.

En entrevista, la joven expresó a la licenciada que anteriormente había padecido violencia física de manera constante, lo que llevó a que pensara que si no se pasaba ese límite, era un vínculo sano. “Todo lo que me golpeó en dos años mi pareja anterior, él (Arance Russo) lo hizo en una vez”, le dijo. Esto fue central para la interpretación de la profesional, quien retrató que “con tal de que no le pegara, ella le hacía todo” y “no podía determinar que existen otros tipos de violencia que no sea física”, producto de la conducta de manipulación que se repite como patrón por parte de los agresores.

Familia

El padre del acusado expuso brevemente ante el juez y las partes, contando que esa noche recibió un llamado de su exesposa –con quien Sofía se había comunicado para explicar lo que sucedía– que le pedía que vaya al departamento. “En la habitación había una chica”, reveló, y detalló más tarde que se encargó de llevarla hasta su casa. También observó al ingresar al edificio que estaba tendida y herida Sofía, con quien dijo no haber interactuado. Señaló que presumía que las lastimaduras en la rodilla se las ocasionó la joven al golpear la puerta, algo que en posterioridad de su relato no pudo sostener.

El exsuegro de Kotelchuk negó saber que los jóvenes tenían una relación, pese a que habrían compartido reuniones y hasta la Navidad del año 2020, de cuya noche el señor manifestó no acordarse. Se refirió a la denunciante como “Sofía la que limpia” y dijo que le pagaban para que lo cuide a Bernabé cuando tuvo un proceso quirúrgico.

Oculta

La joven que aquella noche se encontraba con Bernabé Arance Russo en el departamento fue convocada por la defensa para reflejar su perspectiva de lo sucedido. «L» admitió que al escuchar a Sofía del otro lado de la puerta, pidiendo que abran para retirar sus pertenencias, “decidimos quedarnos en silencio”, para simular que no había nadie. Ante la insistencia de la joven, quien estaba adentro contó que el hombre simuló un llamado al 911 que luego supo fue falso. “Supongo que quería que quede todo ahí”, por lo que no se comunicó ella con los efectivos policiales “porque creí que llamó él. Fingió una llamada”.

Consultada por los movimientos de Bernabé, dijo que “se gritaban, se insultaban entre ellos (…). ‘Sos una loca’ escuché que dijo”. Sobre los golpes, solo refirió que “se escuchaban como revolcadas” y que al salir de donde estaba oculta vio “muy poca sangre a la salida del departamento y en las escaleras”. Sin embargo, dijo no haber escuchado nunca pedidos de auxilio ni percibir las agresiones físicas. Ante la pregunta de la Dra. Vargas, la joven planteó no comprender la escalada de violencia: “Ella vino con que quería buscar su campera nada más”.

ASISTENCIA
Si sos víctima de violencia de género o conocés a alguien en esta situación, podés solicitar ayuda y acompañamiento:
Policía: 911 – En caso de emergencia
Línea gratuita nacional de atención por violencia de género: 144 – Contención, información y asesoramiento las 24 horas del día, todo el año.
Comisaría de la Mujer: 4439480 – Rivadavia 848.

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