La organización retomó la actividad que también desarrolló el año pasado. Merenderos y comedores reciben la tradicional paella de arroz con pollo. En este contexto de pandemia de coronavirus, la propuesta cobra enorme valor para quienes más lo necesitan.
De la Redacción de EL NORTE
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Integrantes del Centro Vasco “Euskal Etxea” cocinaron el pasado sábado para 55 chicos y chicas –más el personal– del Hogar “El Amanecer”. “Hay un grupo de chicos del Hogar que están aislados vinculados al contexto de pandemia de coronavirus, pero el resto no. Vamos a retomar la cocina para diferentes merenderos con una frecuencia de 15 días, siempre con la tradicional paella de pollo con arroz. Retomamos las acciones que ya llevamos a cabo el año pasado también. Cada vez se nos complejiza más porque se multiplican este tipo de organizaciones. Quienes están trabajando en esta iniciativa son el grupo de los más jóvenes del Centro, para evitar la exposición de los adultos mayores. Estaremos avisando la fecha de la próxima rotisería abierta a la comunidad, con la que solventamos esta actividad solidaria. Estimamos que será para fines de mayo”, expresó a EL NORTE Ana Erausquin. Las rotiserías abiertas a la comunidad permiten generar recursos para solventar la cocina solidaria. Generalmente ofrecen (con previa reserva para retirar a cargo del comprador, con turno): arroz con txipirones a la manteca, arroz con pollo, mus de ajo y txorizo a la sidra.
Propuesta de enorme valor
Desde 2002, los cocineros y ayudantes llevan adelante el programa Etxe Nasaia (Casa Fructífera), que cuenta con la colaboración del Gobierno Vasco, el Consejo Escolar y el Municipio. Sus integrantes cocinaban para los alumnos y las alumnas de las escuelas con población más vulnerable. Debido al contexto de pandemia de coronavirus, esos chicos que comían en las escuelas no pueden hacerlo allí actualmente. Desde el año pasado, por iniciativa de los jóvenes del Centro Vasco, se resolvió cocinar para merenderos y comedores y acercarles las porciones. En este marco de pandemia, esta propuesta solidaria cobra enorme valor para los sectores de la sociedad que más lo necesitan. En julio de 2020, por ejemplo, el Centro Vasco de San Nicolás cocinó y entregó porciones de comida a la Guardia del Hospital San Felipe.