Los sectores formales que más perdieron en el último tiempo son aquellos donde hay más mujeres empleadas, como comercio, gastronomía y turismo. Solo en el sector salud se mantiene el empleo femenino.
La actividad económica de las mujeres cayó ocho puntos porcentuales más que la de los hombres durante la pandemia. La crisis laboral desencadenada por el Covid-19, y algunas de las medidas que se tomaron para tratar de mitigar sus efectos, no son homogéneas y varían de sector en sector económico. Sin embargo, hay un denominador común que muestra que los sectores formales que más perdieron son aquellos que registran una alta empleabilidad de mujeres, como el comercio, la gastronomía y el turismo.
Una excepción a esta regla es tal vez el sector de la salud, rubro en el cual en Argentina trabajan una de cada diez mujeres ocupadas.
Sector informal
En el sector informal también se perdieron miles de puestos de trabajo. De hecho, en el país hay más de 1,3 millon de trabajadoras de casas particulares, de las cuales tres de cada cuatro trabajan en la informalidad, según datos de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) que, desde el comienzo de la pandemia, advirtió que eran y serían las más expuestas al impacto sanitario y económico de la COVID-19.
El reclamo se orienta al Estado, a las empresas y a las organizaciones sindicales que deben trabajar en alianza. Se necesita una mirada sostenible del desarrollo humano, que ponga el foco a las personas, que incorpore la perspectiva del crecimiento igualitario. Se deben diseñar políticas económicas y de cuidados de manera integral, junto a medidas de protección laborales y de derechos.
Según las últimas estadísticas del INDEC del mes pasado, para la población de 14 años y más, la tasa de desempleo (TD) fue de 7,8% para las mujeres, y de 6,1% para los varones.
