El árbitro fue apuntado por todo Regatas como responsable de la eliminación sufrida a manos de Belgrano en el torneo Clausura de la Liga Nicoleña; por haber convalidado –apoyado en su asistente Iván Scarinzi- el primer gol del Rojo en el 2 a 2 del domingo. Ese hecho desencadenó en las dos expulsiones en el Náutico en la revancha de la serie correspondiente a semifinales.
De la Redacción de EL NORTE
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El árbitro Eduardo Pérez fue apuntado por todo Regatas como responsable de la eliminación sufrida a manos de Belgrano en el torneo Clausura de la Liga Nicoleña. Apoyado en uno de sus asistentes, Iván Scarinzi, Pérez convalidó un polémico gol de Fabricio Lenci; el primero del 2 a 2 entre el Náutico y el Rojo en el Prado Español por la revancha de la serie de semifinales. Si bien esa jugada fue a los 31 minutos de la etapa inicial (el arquero Nicolás Costa supuestamente cayó con el balón en sus manos dentro del arco), cambió el curso del encuentro; y del cruce. Es que por sus reacciones tras ese fallo se fueron expulsados Sebastián Frontini y Juan Cruz Varas en el local.
En diálogo con el programa La Deportiva de Radio U (89.9), Pérez se refirió a este hecho puntual y a su labor en general a lo largo de los 90 minutos. Al respecto, comentó: “Yo me apoyé en el asistente (Scarinzi); él me dijo que estaba ciento por ciento seguro de que el arquero había entrado con pelota y todo. Ante la menor duda, él no lo hubiese cobrado”. “Fue por eso que el gol se convalida”, contó, marcando luego que Scarinzi estaba “bien ubicado, en una buena posición”.
“Me apoyo en él porque él me dice que estaba totalmente seguro de que la pelota entró”, subrayó Pérez, quien se desempeña como juez de fútbol y también de básquet. Es más, tuvo que dirigir el mismo domingo por la noche un compromiso en el ámbito de la Asociación de San Nicolás (La Emilia vs. San Martín por la Primera División del torneo femenino). “Después de dirigir un partido de básquet, llegué a mi casa, me bañé, comí y me acosté a ver el clásico. Vi todo el partido completo y me dormí a las 3 de la mañana”, puntualizó. Al mismo tiempo adelantó que ya confeccionó el informe sobre lo sucedido entre Regatas y Belgrano. Sobre ello marcó que “no dice ni más ni menos de lo que pasó”.
Al ser consultado acerca de las expulsiones que le sucedieron al tanto que abrió el marcador a favor de la visita, Pérez señaló: “En la primera expulsión (Frontini), nos insulta a mí y a Scarinzi y nos dice de todo. No puedo permitir que un jugador delante de los adversarios me falte el respeto, putee como nos puteó y nos amenace”. “Si yo no lo expulso permito que cualquier otro jugador actúe de la misma forma después ante alguna duda o algún reclamo”, sostuvo. “Después viene Varas exaltado –afirmó-, me manotea la tarjeta y me la rompe, delante de los rivales”. “Cómo hago yo para no expulsarlo con semejante cosa que hizo”, exclamó Pérez, evaluando más tarde que a su entender actuó “de la forma correcta”.
“Los jugadores tenían que entender que se jugaban el pase a la final y bajar un cambio antes de reaccionar; y no lo hicieron”, consideró.
En otro tramo de la entrevista se le cuestionó a Pérez algunas actuaciones, a lo que respondió: “Si mi forma de dirigir me hubiese traído problemas, no hubiese dirigido un partido como éste o una final, o no saldría a dirigir el Torneo Regional Amateur”. “No comparto con los que dicen que soy uno de los peores árbitros de la Liga”, expresó.
Posteriormente Pérez indicó que “está todo filmado y se pueden ver las reacciones de los jugadores, como pasó en Paraná con Argentino (NdeR: en el empate 1 a 1 de julio pasado expulsó a tres jugadores de Argentino, Galeano, Mota y Hernández, y a su entrenador, César Cecchi)”. “Yo me puedo equivocar, pero nunca de mala leche o para perjudicar a alguien –esgrimió- pero yo lo que veo es que nadie habla del comportamiento de los jugadores. Siempre los culpables son los árbitros, siempre el árbitro es el malo de la película”. Y volviendo al clásico dijo que “es cierto que uno se va un poco del partido cuando pasan estas cosas”, aunque igualmente trató “de estar siempre metido”. “Después me acomodé –opinó- y no se me fue de las manos; creo que siempre estuve bien ubicado y siguiendo el juego como debe ser. La única polémica fue el gol, después no pasó otra cosa”. “Estamos tranquilos los cuatro árbitros porque a nuestro entender hicimos lo mejor”, concluyó.