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San Nicolás de los Arroyos
sábado, enero 11, 2025
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CUATRO DE CADA DIEZ PERSONAS SIGUEN ATRAPADAS EN LA POBREZA

AGLOMERADO SAN NICOLÁS-VILLA CONSTITUCIÓN

Al brutal enfriamiento de la economía producto de la pandemia de covid, le siguió el rebote de la actividad y el empleo que se produjo a partir de mediados de 2021. A pesar de esto último, el 40 por ciento de la población del aglomerado San Nicolás-Villa Constitución se mantiene bajo la línea de pobreza. Así lo reflejan los indicadores que publicara esta semana el Indec. Paradojas de un país con variables macro completamente distorsionadas: mientras en la región crece el empleo y se reduce la desocupación, la cantidad de personas pobres no se altera.

De la redacción de EL NORTE
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La incontrolable inflación distorsiona casi todo en un país cuyas variables socioeconómicas parecen contradecir la lógica de la propia economía. De hecho, tras el frenazo de la actividad producto de la pandemia de coronavirus que impactara de manera dramática en el mundo, la Argentina no consigue revertir de manera proporcional algunos indicadores que están natural e íntimamente vinculados. Ejemplo: en San Nicolás-Villa Constitución la tasa de empleo en el primer trimestre 2021 era 36,9% y en el mismo período de 2022 pasó a 38,7%, mientras que la desocupación en el primer trimestre 2022 alcanzaba al 6,1%, dos puntos porcentuales más baja que en el mismo período del año pasado. En resumen, más empleo y menos desocupación.

Pero la mejora de esas variables no impacta proporcionalmente en la tasa de pobreza. Tal como este diario publicara oportunamente, el Indicador de Pobreza aquí empeoró: del 40,0% del segundo semestre 2021 pasó al 40,7% en los primeros seis meses de este año. Es cierto, la variación es mínima. Pero también es verdad que implica un retroceso.

Esta paradoja se funda en los niveles inflacionarios, que van por delante de los salarios. Precisamente, el Indec calcula la pobreza de acuerdo a los ingresos que permiten acceder o no a una determinada canasta de bienes y productos, entre los que se encuentran los alimentos.

Según el Indec, el Índice de Salarios registró, en el séptimo mes del año, un incremento del 5,5% y quedó 1,9 puntos por debajo de la inflación de 7,4%, la mayor medición de los últimos 20 años. Esto resume buena parte de lo que se está analizando arriba.

El incremento de salarios que llegó en julio, luego de la reapertura de paritarias que comenzó a negociarse con los picos de inflación de marzo, significó un alza del 5,4% en los sueldos de los trabajadores privados, del 7,3% en los empleados públicos, y del 3% en los no registrados.

De esta manera, en el inicio del segundo semestre, el Índice cerró con un alza del 41,8% en promedio, contra una inflación del 46,2% a partir de una suba que promedió 43,3% en los haberes de los trabajadores privados; 45,1% en los empleados públicos, y 31,7% en los no registrados.

En la comparación interanual, el índice acumuló un incremento del 66,7% en promedio, frente a una suba de precios del 71%, que surge del alza del 68,7% en las percepciones que recibieron los trabajadores privados; 74,7% los empleados públicos, y 58,9% los informales que representan el 37% del sector en actividad.

Evolución

El gráfico que acompaña este artículo expresa claramente la evolución de los indicadores Pobreza e Indigencia en los últimos 18 meses, en el aglomerado San Nicolás-Villa Constitución. Semestralmente, la pobreza pasó del 47,1% (impacto covid) en los primeros seis meses de 2021, a 40,0% en el siguiente período y 40,7% en el último informe. La tasa de indigencia, en tanto, en los tres últimos períodos, tuvo la siguiente progresión: 11,2%, 10,3% y 7,9%. Esto implica que la pobreza se mantuvo estable en los últimos doce meses, mientras que la indigencia se redujo 2,4 puntos porcentuales. Es decir que mejoró el ingreso de una porción de las personas que se encuentran bajo la línea de pobreza, sin impactar en la masa total de pobres.