Ingresó en la Justicia el pedido de cambio de carátula para la causa que se le sigue a Jeremías Ramírez por la muerte de Carmen Montes y Miguel Arroyo. Solicitan que sea imputado por homicidio simple con dolo eventual basado en el exceso de velocidad.
De la redacción de EL NORTE
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A finales de agosto se conoció el resultado de la pericia oficial que buscaba determinar la velocidad a la que se desplazaba la camioneta protagonista del accidente que costara la vida de Carmen Montes y Miguel Arroyo. La medida de prueba reveló que Jeremías Ramírez conducía a 112 km por hora al momento del impacto.
Los familiares de Arroyo pidieron que se cambie la imputación que pesa sobre el conductor de la Amarok. Solicitaron que deje de investigarse como doble homicidio culposo agravado que contempla una pena que va de 3 a 6 años y que la caratula sea reemplazada por la de “homicidio simple con dolo eventual” que prevé una condena sensiblemente mayor que oscila entre los 8 y 25 años de prisión.
La solicitud fue presentada hace unos días ante la Fiscalía, y será resuelta por el Juzgado de Garantías luego de que decida acerca del pedido de impugnación de pericia que presentó la defensa de Ramírez que sostiene que la velocidad en la que se conducía el vehículo que ocasionó el accidente era de menos de 72 km.
El cambio se produciría porque en la figura del dolo eventual, si bien quien cometió el hecho dañoso no tuvo intención directa de hacerlo, bien pudo representarse que su conducta podía producir un grave perjuicio, pero aun así acciona. En este caso una conducta temeraria como es conducir una camioneta de gran porte a más de 110 km por hora podría ser encuadrada en este tipo de figura penal.
El siniestro
El terrible accidente había ocurrido durante la madrugada del 5 de febrero en la intersección de las calles Terrasson y Savio. Jeremías Ramírez, de 20 años, chocó su camioneta Amarok contra otros tres vehículos.
Producto del terrible accidente perdió la vida Carmen Montes, de 40 años, y cinco personas resultaron heridas de diferente consideración, entre ellas, Miguel Arroyo, de 39 años, quien falleció a causa de las heridas recibidas en el siniestro a poco de cumplirse un mes del accidente y que había cambiado por primera vez la carátula de la causa por la de “doble homicidio culposo agravado”.
De todas formas, Ramírez permaneció en libertad a disposición de la Justicia. La instrucción de la causa está a cargo de la Fiscalía Especializada en Tránsito a cargo del Dr. Martín Mariezcurrena. Con los resultados de las pericias oficiales que indican que Ramírez conducía a más de 110 km/h, habría sustento suficiente para solicitar un nuevo cambio en la imputación y que la causa pase a ser caratulada como “homicidio simple con dolo eventual”.
Precedentes
Si bien los conocedores del derecho plantean que no es habitual que el dolo eventual sea resuelto de manera favorable a quien lo plantea, en los últimos tiempos se ha producido un cambio en la postura de la Justicia respecto de los accidentes de tránsito con graves resultados.
En una decisión inusual para la época, en 1996 un colectivero fue condenado por homicidio simple a 10 años de prisión por matar a un automovilista y provocarles serias lesiones a cuatro personas a raíz de un choque. En el mismo año la Cámara Penal de La Plata confirmó una condena por homicidio simple de otro hombre que mató a una pareja mientras conducía un camión de contramano y corriendo una picada. Pero a pesar de estos antecedentes que parecían cambiar la mirada de la Justicia, en contraposición a esas resoluciones en 2007, la Cámara del Crimen redujo la condena de homicidio simple a homicidio culposo al conductor de un vehículo que provocó la muerte de una persona y causó lesiones a otra cuando manejaba alcoholizado.
En 2003, Sebastián Cabello, que corriendo picadas causó la muerte de una mujer y su pequeña hija, fue condenado a 12 años por homicidio simple con dolo eventual, pero luego la Cámara de Casación en 2005 redujo la pena a tres años, por entender que había sido homicidio culposo y le dio la libertad. Otro caso resonante fue el de Rodrigo “la Hiena” Barrios, el boxeador atropelló y mató a Yamila González, una joven que estaba embarazada, huyó, chocó a otros vehículos en la huida y unas seis horas más tarde se entregó. Estuvo detenido 22 días en la Unidad Penal XV de Batán, hasta que fue liberado; lo condenaron por “homicidio y lesiones culposas”.
Cambio de paradigma
Pese a que hace al menos 15 años que los familiares de las víctimas de tránsito vienen reclamando desesperadamente que ya no se aplique la figura penal del culposo para juzgar este tipo de casos, la realidad indicaba que en los tribunales de todo el país se imponía su utilización.
Una luz de esperanza para quienes reclaman justicia se encendió con un fallo histórico que se dio en Córdoba, provincia considerada como una de las principales referentes en Derecho Penal, el 27 de mayo de este año. Por primera vez un Tribunal de esa provincia condenó una tragedia vial aplicando la figura de homicidio por dolo eventual, en lugar de homicidio culposo. El sentenciado, Alan Amoedo, mató a dos personas y le causó lesiones gravísimas a una tercera. Tras la condena deberá purgar nueve años de prisión. Los letrados destacaron durante el juicio que Amoedo se tuvo que representar que en ese estado de ebriedad, a esa velocidad y con esas maniobras imprudentes e ilegales, iba a poder matar a alguien, explicó el tribunal.
La figura de dolo eventual plantea “un modo menos intenso de querer”: poder representarse alguna consecuencia negativa de la acción, pero continuar de todos modos. Por unanimidad, los jueces Roberto Cornejo, Martín Bertone y Gustavo Rodríguez Fernández accedieron a dar un volantazo judicial por primera vez en la historia y firmaron un fallo por demás novedoso. Y muy esperado por los familiares de las víctimas de tránsito de todo el país.
