A horas de la finalización del gran mural que abarca cinco cuadras sobre el Paseo del Santuario de la Virgen, el artista Martín Ron expresó la gratificación que le produce esta inédita obra que llevó a cabo junto con su equipo y artistas locales.
Julieta Clérici
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En un espacio con tanta carga simbólica como es el Santuario de la Virgen, que recibe a miles de turistas cada año, el ciclo “Arte Urbano” fue convocado para la puesta en valor de una de las zonas linderas donde se ubican muchos puestos de artesanos.
En diálogo con Radio U, Martín Ron expresó que es una obra conceptualmente diferente a las otras que produjo en la ciudad del orden del realismo. En esta oportunidad, consta de figuras geométricas y estilo abstracto, que el equipo decidió en conjunto con la Municipalidad.
El director de Turismo de la Municipalidad, Esteban Gerrard, semanas atrás había detallado que el estilo de las pinturas sería en torno a “una paleta de colores pasteles”. “Se busca una continuidad. No es que se pinta desde una casa hasta otra casa, sino que con líneas verticales y en ángulos, que quede como una trama, que no se distinga entre una propiedad y la otra”, comentaba el funcionario.
Por su parte, Ron destacó el mérito del Municipio y de la Dirección de Turismo, ya que debieron convencer a los vecinos de las cinco cuadras de una manera positiva para que, desde el lado de la solidaridad y el buen entendimiento, permitan que los artistas utilicen los frentes de sus casas y así colaborar para convertir al paseo del Santuario en un paseo de color.
“Experiencia inédita”
“Es hermosa la experiencia, y es inédita porque no siempre pasa que cinco cuadras se pongan de acuerdo. El 100% de los vecinos donaron sus fachadas para poder hacer esta intervención artística”, manifestó el muralista que se define como un ‘padrino artístico’ de la ciudad.
Quien comentó que para realizar la obra se traslada al lugar donde es necesaria la intervención artística, pero al no conocer en profundidad su valor simbólico, primeramente son el Municipio y la Dirección de Turismo quienes abordan la idea y luego permiten el asesoramiento del artista.
“Desde la Municipalidad me plantearon que querían un corredor visual, generar un atractivo y levantar el lugar, ponerlo en valor. Fuimos consensuando ideas, búsquedas y sobre todo colores, y cuando nos pusimos de acuerdo empezamos a pintar”, dijo Ron.
Asimismo, resaltó la labor de los artistas locales: “Se llevan todo el mérito. Desde mi escuadrón lo que hacemos es coordinarlos y dirigirlos. Acá estamos ya hace 15 días pintando con ellos”.
Y agregó: “Es habitual trabajar con artistas que uno no conoce, y sobre todo cuando surgen obras de esta envergadura que requieren mucho personal. Es una práctica habitual trabajar con artistas locales, y está bueno potenciarles la experiencia. Son puntos de encuentro que siempre son bienvenidos, siempre hay diálogo, aprendizaje, intercambio de información y no solo desde lo artístico, sino también desde la dinámica de cómo se puede encarar una obra en un tiempo récord de estas dimensiones. Formamos una organización donde hay roles, objetivos diarios, que nutre la experiencia de todos los artistas”.
No obstante, no siempre fue todo “color de rosa”. “Cuando nos poníamos a hablar los primeros días parecía algo caótico, inabordable por las dimensiones; pero con organización y constancia se pudo lograr”, explicó el artista.
Último tramo
Es inminente la finalización del gran mural del Santuario. A ello se suma la intervención artística que Ron y su equipo están llevando a cabo en la barranca frente a la Costanera. “Era una aburrida montaña de concreto color gris y daba la sensación de un paredón. Estamos haciendo un tratamiento a través de aerosol con un diseño botánico”, comentó el artista.
El año pasado su realismo aplicado en “Reflejos” sobre el edificio Soho, cercano a la plaza Mitre, le valieron su reconocimiento a nivel internacional y fue seleccionado por la plataforma “Street Art Cities” como uno de los mejores del mundo.
Para finalizar, el artista reveló que no cree que sea su última presencia en la ciudad, porque “se vienen otros proyectos para seguir pintando acá en San Nicolás”.