Como cada año, desde 1853, los abogados de Argentina celebran su día en conmemoración del nacimiento de Juan Bautista Alberdi. Por su preponderancia en la historia nacional, la Federación Argentina de Colegios de Abogados otorgó esta fecha como recordatorio al “padre” de la Constitución Nacional Argentina.
Carolina Mitriani
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Cada 29 de agosto se celebra en Argentina el Día del Abogado. Esta fecha surge de la conmemoración del natalicio del letrado, jurista, economista, escritor y diputado provincial Juan Bautista Alberdi. Este nacimiento se daba en San Miguel de Tucumán, en el año 1810.
Su relevancia en la historia nacional también consigna la obra ”Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”. Convertido ya en un clásico, este libro publicado por Alberdi resultó una base de partida para varios puntos que luego fueron incorporados en la Constitución Nacional Argentina del año 1853. La importancia de los trabajos efectuados llevó a que en 1958 la Junta de gobierno de la Federación Argentina de Colegios de Abogados aprobara la celebración de la profesión por considerarlo padre de la Constitución.
Grupo selecto
El abogado Juan Bautista Alberdi está considerado miembro de la «Generación del 37». A este grupo pertenecieron destacados jóvenes intelectuales, que marcaron un antes y un después en sus áreas de competencia. Allí estaban, por ejemplo, Domingo Faustino Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, entre otros; se los consideraba “hijos” de la Revolución de Mayo y opositores al gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Exiliado
Sus ideas contrariadas respecto a lo que posterior a su egreso de la carrera de abogacía se planteaba en el territorio lo llevaron a dos instancias de exilio. En primer término, por la asunción rosista en el poder. En esa ocasión debió instalarse en Montevideo, Uruguay. Fue en 1838 cuando cruzando hacia esa costa, a la vista de las autoridades y público del puerto, arrojó al agua el cintillo punzó –elemento distintivo del sector de federales y de adhesión a la política reinante- que el gobierno planteaba como obligatorio.
Luego, al producirse el sitio de Montevideo por las tropas rosistas encabezadas por Manuel Oribe, Juan Bautista Alberdi viajó a Europa y luego se radicó en Valparaíso. Allí, en Chile, ejerció el periodismo como método de sostén durante un período, hasta adentrarse de lleno en la abogacía, llegando a ser el profesional mejor remunerado de la ciudad.
Elegido y desterrado
En el año 1855, el presidente Urquiza le pidió a Juan Bautista que viajara a París como embajador, a los fines de evitar que las naciones europeas reconocieran a Buenos Aires como nación independiente. Hacia allí partió el tucumano directamente desde Valparaíso, sin regresar a la Argentina. Cuando Mitre venció a Urquiza en Pavón y el país se unificó bajo su mando, decretó la cesantía del diplomático.
En 1865 – con una extensión hasta el año 1870- se desató la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. Este hecho, que tuvo a Argentina en alianza con Brasil y Uruguay, fue condenado por Alberdi. Consideró a la confrontación como absurda y manifestó su lectura en favor de la postura de Paraguay. Por tal motivo, el gobierno argentino lo acusó de traidor a la Patria y Juan Bautista Alberdi debió permanecer exiliado en Francia otros catorce años.
“El que no cree en la libertad como fuente de riqueza, ni merece ser libre, ni sabe ser rico”. Juan Bautista Alberdi