El viudo de María Marta García Belsunce declara por primera vez como particular damnificado en el juicio por el crimen de su esposa en el inicio de una nueva audiencia, en los tribunales de San Isidro.
Carlos Carrascosa, viudo de María Marta García Belsunce, aseguró este viernes al declarar como testigo y por primera vez como particular damnificado en el juicio por el crimen de su esposa, que esperó “veinte años para estar enfrente del asesino”, en referencia al exvecino del country Carmel Nicolás Pachelo, principal acusado del homicidio.
“Perdón, primero quisiera decir unas palabras. Hace veinte años que estoy esperando este momento, de ser particular damnificado y estar enfrente del asesino de mi mujer”, dijo Carrascosa ante los jueces y apuntando con un dedo a Pachelo, de 46 años, en el inicio de la audiencia décimo novena del juicio por el crimen de María Marta.
“Lo que a mí me mantiene vivo es saber quién la mato. Yo ya no tengo nada que hacer en la vida”, afirmó el viudo en otro tramo de su declaración.
Las primeras palabras de Carrascosa (77 años) fueron escuchadas atentamente por Pachelo, quien está acusado como autor del crimen de la socióloga junto a los exvigiladores Norberto Glennon y José Ortiz.
El viudo basó su afirmación en las declaraciones de Pachelo durante el juicio y sobre ello, mencionó: “Todos los días cambia el horario del ticket, va a la estación de servicio para preguntar quién mató a mi mujer. Eso es típico de un psicópata. Además, la madrastra lo acusa, el hermano lo acusa: cartón lleno”.
Carrascosa, quien fue condenado primero en 2007 por el encubrimiento, luego en 2009 como autor del crimen y finalmente absuelto en 2016, ingresó cerca de las 10.15 a los tribunales de San Isidro acompañado por parte de su familia, sus abogados y allegados.
Entre los presentes se encontraban su cuñado, Horacio García Belsunce; los amigos María José Díaz Herrera, Nicolás González del Cerro y Michael Taylor, quienes declararon en audiencias anteriores; el abogado penalista que lo defendió ya condenado y logró su absolución, Fernando Díaz Cantón, y las dos mujeres que realizaron el blog de la causa, María Luján Falsetti y Jorgelina Fernández.
Previo a tomar el ascensor para subir al primer piso, una mujer le gritó “asesino de García Belsunce”, pero fue callada por los acompañantes del viudo, que hoy por primera vez entró a esa sala como testigo y particular damnificado y no como acusado.
Con una sala colmada, Carrascosa, vestido de jean azul, zapatillas, camisa a cuadros y campera a tono, entró a la sala puntualmente a las 11 y se sentó frente a los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin, del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro.
El viudo recordó cómo conoció a su esposa y la describió como una mujer “con unos principios impresionantes”, que era “muy de ayudar al otro, muy reservada y con una moral increíble, de carácter muy fuerte, que no admitía una injusticia”,
Mientras el viudo declaraba, Pachelo lo miraba con atención, de brazos cruzados y sin quitarle la vista, y desde su perfil de la red social Twitter se publicaba: “Hoy Declara Carlos Carrascosa”.
El exmarino describió cómo era un domingo junto a su esposa, el cual incluía el almuerzo en la casa de la familia Binello, el partido de María Marta de tenis y la cena en la vivienda del matrimonio Taylor.
Además, agregó que los domingos “era una constante que durante dos años se haga masajes con (Beatriz) Michelini. Antes se hacía baños de inmersión”.
Tras ello, el viudo recordó que ese domingo 27 de octubre de 2002, María Marta asistió a misa en Pilar y luego se dirigió a la casa de Binello, donde almorzaron antes de regresar a su vivienda, para luego ir a jugar al tenis, actividad que suspendió por el inicio de la lluvia de ese día.
“María Marta se fue a la casa en bicicleta y yo me quedé a ver el partido”, recordó Carrascosa, en referencia al Boca-River que vio en la casa de su cuñado Guillermo Bártoli.
“Era la primera vez que usaba la bicicleta, la cual no apareció nunca”, dijo el exagente de bolsa, mientras le mostraba al tribunal todo el recorrido que realizó en la fecha en la que mataron a su mujer.
Luego, repitió cómo fue que encontró a María Marta cuando regresó a su casa: “Yo llegué un poquito antes de las 19 porque quería guardar a la perra. Estaba (el vigilador) Ortiz, quien corrió el carrito y yo estacioné mi camioneta”.
Carrascosa le respondió al juez Ecke que ingresó a su casa girando el picaporte, porque nunca, salvo de noche, dejaba la puerta cerrada.
“Veo que la perra estaba encerrada, cruzo la casa para buscar a María Marta. Cuando subo la escalera veo empañado el vidrio del dormitorio. Ahí salgo corriendo al baño y la veo tirada boca abajo y veo una mancha chiquita de sangre al lado del inodoro y agua sangre en la bañadera”, recordó.
Allí explicó que sacó el cuerpo de su mujer de la bañadera y lo dejó entre el baño y el cuarto anterior, mientras escuchó la llegada de la masajista, a quien le dijo desde una ventana que subiera porque su esposa había tenido un accidente.
“María Marta tuvo un accidente, punto, qué se le va a ocurrir a uno”, aseguró ante la consulta de qué le dijo a Michelini al momento en el que ella subió a la habitación donde se encontraba ubicada la víctima.
Más adelante, Carrascosa dijo que le gustaría hacer “un careo con Michelini”, para preguntarle por los cambios que a lo largo de la causa hizo en sus declaraciones.
Carrascosa contó que llamó primero a Bártoli y recién a las 19.07 hizo -según sus palabras- “la famosa llamada” a la prepaga OSDE, en la que se escuchan las voces del propio Bártoli y de Michelini, quienes estaban junto a María Marta.
Al respecto, hizo referencia al fiscal original del caso, Diego Molina Pico, a quien calificó de “irresponsable y principal culpable” por el tratamiento que hizo en el juicio del 2007 sobre el audio de aquella comunicación y por no haber pedido la autopsia en un primer momento.
El fiscal Ferrari le preguntó qué fue lo primero que pensó: “Yo era un ente, no entendía nada”, dijo antes de recordar que su madre murió de una manera similar, tras golpearse la cabeza en un baño, por lo cual señaló que su esposa “se había golpeado y ahogado” en la bañera.
Finalmente, tras la llegada de los médicos, recordó que el de la primera ambulancia, Juan Ramón Gauvry Gordon, fue quien le comunicó que “lo sentía mucho” y que le dijo “fue un terrible accidente”.
“Nunca se habló de cremarla. Durante el velorio yo no caía. Yo negué el hecho durante años, tuve tratamiento psicológico para caer sobre el hecho. Llegue a mi juicio sin leer la causa”, manifestó y en otro momento agregó sobre su mujer: “La extraño, por supuesto, cada vez más”.
Por último, Carrascosa recordó una reunión que tuvo su primer abogado, José Licinio Scelzi, con Roberto Ribas, defensor de Pachelo.
El viudo explicó que, por lo que luego se enteró, Ribas le dijo a su abogado que “por un millón de dólares inculpamos a Pachelo o a cualquiera de los guardias”.
“Le dije que no, que era inocente y me iba a defender. No tenía que esconderme de nada. Si uno es inocente, se la tiene que bancar”, afirmó.