Luego de una importante gestión para que el Vaticano recuperara la imagen de la Virgen de Luján que acompañó a los soldados en las islas Malvinas Argentinas durante el conflicto bélico, su regreso a Argentina tiene como parada a San Nicolás. Una importante caravana y misa se realizaron ayer. La agenda finaliza hoy, en el Santuario.
Carolina Mitriani
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La imagen de la Virgen de Luján que acompañó a las tropas argentinas en la guerra por la soberanía de las Islas Malvinas está presente en San Nicolás, lo que significa un gran evento para la comunidad malvinera y católica. Durante la jornada de ayer recorrió las calles de la ciudad con una caravana organizada por el Ejército Argentino. A su paso, los vecinos salieron a su encuentro. A las 19 horas tuvo lugar una misa celebrada en la Parroquia de Luján, ubicada en Almafuerte 323, donde también se desarrolló una vigilia de oración por la paz.
Hoy será el turno de su arribo al Santuario María del Rosario de San Nicolás, alrededor de las 9:30. A las 10 horas tendrá lugar la tradicional misa central, presidida por monseñor Hugo Santiago, obispo de la Diócesis de San Nicolás.
En el año 2018, en declaraciones a un diario británico, el médico militar James M. Ryan reveló que la imagen de la Virgen que acompañó las largas jornadas de los soldados argentinos en las Malvinas estaba instalada en un obispado cercano a Londres.
Ante esta imagen de la patrona argentina, rezaron combatientes argentinos, e incluso -tal como quedó documentado en fotografías y testimonios- la imagen fue llevada en procesión el 8 de mayo de 1982, día en que se celebra la festividad de la Virgen de Luján.
Historia
Cuando se cumplieron 37 años de la guerra, el papa Francisco recibió la restitución de la figura. El grupo malvinero católico “La Fe del Centurion” fue una pieza clave para su repatriación. Fue el obispo castrense del Reino Unido, monseñor Paul James Mason, quien la devolvió a manos argentinas. En audiencia pública del Vaticano, en la Plaza San Pedro, el sumo pontífice realizó la bendición de la imagen de la Virgen. A su vez, bendijo y entregó una de similares características al obispo británico, en agradecimiento por el gesto.
“Fue una historia intrigante que me involucró tan pronto como me convertí en obispo de las Fuerzas Armadas. Inmediatamente comprendí que era una buena oportunidad, no solo para el regreso de la estatua, sino también para demostrar una comunión de fe entre dos países que han experimentado divisiones políticas”, explicó monseñor Mason a Vatican News.