Organizaciones sociales nucleadas en la Corriente Clasista Combativa, como el movimiento de lucha contra los consumos problemáticos «Ni Un Pibe y Piba Menos por la Droga», denunciaron el ingreso y vandalismo en sus sedes de zona norte.
Carolina Mitriani
[email protected]
La Corriente Clasista y Combativa San Nicolás, junto con su espacio de juventudes y el equipo que compone la organización contra las adicciones «Ni un Pibe Ni Piba Menos por la Droga», lamentó esta semana un hecho de vandalismo en sus instalaciones ubicadas en barrio San Martín, de la zona norte.
“En horas de la madrugada, parte de las dependencias de la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario del movimiento ‘Ni un pibe y piba menos por la droga’ se vieron violentadas. Han ingresado al espacio donde los compañeros y compañeras realizan algunas de sus actividades rompiendo un ventiluz y a su vez también se vio forzada una puerta que da ingreso al local de la Corriente Clasista y Combativa”, explicaron.
A pesar de que no se registraron pérdidas de valor, más que objetos dañados, la situación de violación de la privacidad del lugar causó estupor entre la comunidad que compone estos grupos sociopolíticos.
“Es de gran dolor comprobar que el lugar donde todos los días se trabaja haya sido violentado de esta manera. Nos encontramos con el galpón donde se brindan talleres deportivos, culturales y de oficios completamente revuelto y desordenado”, detallaron desde la organización. Consideran que “esto no es un hecho aislado, ya que nos encontramos en medio de un contexto de persecución hacia las organizaciones sociales. El macrismo durante su nefasta gestión se encargó de abrir causas falsas contra nuestra organización, que fueron retomadas actualmente. Hoy nos enfrentamos no solo a allanamientos y escuchas telefónicas ilegales, sino también a acciones como estas, que son obra de un sector reaccionario que buscan desarticular la organización popular para imponer sus planes”.
Desde la CCC aseguraron que no subestimarán estos hechos, que calificaron de intimidatorios y persecutorios, a la vez que garantizan que seguirán “trabajando para fortalecer la unidad, la organización y la lucha popular por las emergencias sociales. Por la defensa de nuestra soberanía, contra las imposiciones del FMI, para frenar al macrismo y a nivel local enfrentar al Passaglismo, que sigue a la cabeza de una ciudad a la que consideran el fondo de su casa y solo gobierna para los de arriba, dejando a los sectores más pobres a la deriva”.
Antecedente
El pasado 21 de julio se desarrolló en la esquina del palacio municipal una jornada de movilizaciones, con réplicas a nivel nacional, en la que la CCC, Ni Un Pibe y Piba Menos por la Droga junto a Los Cayetanos, se reunieron para repudiar la persecución que entienden contra las organizaciones sociales.
“Ese día, el coordinador regional de la CCC San Nicolás-Ramallo-Pergamino fue entrevistado por un reconocido medio local, defendiendo nuestra postura ante lo sucedido a nuestros compañeros”, señalaron, advirtiendo que “esa misma noche, su auto -que siempre permanece en la puerta de su casa- fue atentado. Le rompieron el vidrio y el estéreo, forzaron una de sus puertas, pero no le sustrajeron nada”.
Desde el grupo popular analizan que los daños sufridos, tanto en la sede de atención y prevención de los consumos problemáticos (CAAC) como lo atravesado por su dirigente regional “no fueron inocentes, ya que fueron muy similares y el objetivo de los mismos fue intentar perjudicarnos de alguna manera. Los recibimos como un llamado de atención de parte de quienes gobiernan nuestra ciudad, que llevan la misma política macrista que en CABA y Jujuy”.
A través de una comunicación en conjunto, los espacios nicoleños de la Corriente Clasista Combativa resaltan que se unirán ahora para repudiar estos hechos y no van a detener la pelea por tierra, techo y trabajo: “Seguiremos luchando por la unidad de los movimientos sociales, de todos los trabajadores y del campo popular”.