Boca apuesta a renovar el vínculo contractual del arquero Agustín Rossi y tras la presión de su representante, el jugador recibió una propuesta de parte del club, pero la negociación se dilata y el enojo del presidente del Consejo de Fútbol, Juan Román Riquelme, es grande.
“Rossi es de Boca y de Boca no se va”, se escuchó días atrás desde los cuatro costados de La Bombonera cuando se supo que el guardameta que tantas alegrías le dio al equipo “xeneize” podría dejar la entidad por no tener un contrato acorde. Ahora la pelota está del lado del futbolista, que deberá responder a la renovación que le ofreció la institución.
En el comienzo de la semana se reunieron en el club el representante del jugador, Miguel González, y Jorge Bermúdez, como miembro del Consejo de Fútbol. El encuentro, según el ex defensor de Boca, arrojó un saldo positivo luego de charlar sobre la renovación del arquero.
Los documentos ya fueron confeccionados para cruzarlos con el agente del guardameta, que aún no respondió a la oferta. Según dijeron a NA fuentes de la institución, Boca esperaba ya tener resuelta esta situación.
De acuerdo con el propio Bermúdez, el contrato iba a ser firmado días posteriores a la reunión, que fue “amena” y quedaron en reanudar el diálogo, pero desde el lado del arquero no volvieron a tocar el tema y a Riquelme se le agota la paciencia: ¿sale a buscar a otro guardavallas?.
El mayor enojo se generó por no haber aceptado Rossi la “oferta gigante” que Boca dice haberle acercado y para ejercer presión desde el club comenzaron a hacer circular la versión de que el Consejo de Fútbol podía ir en búsqueda de un reemplazante para el guardameta titular “xeneize”.
Sienten que desde la aparición de su representante ante los medios y el pedido de los hinchas la dirigencia actuó con rapidez para no generar rumores, pero al no tener la misma actitud por parte del profesional, comenzaron los malestares en el seno de la entidad de La Ribera.