A pesar de la inflación, el desempleo y el bajo poder adquisitivo de esta época, la gente igual invierte en su salud y bienestar. En San Nicolás después de la pandemia hubo un auge en lo que tiene que ver con gimnasios, actividades recreativas, centros de estética, bares y boliches. Un efecto del encierro que marca otro paradigma en la psiquis de la gente.
Germán Rodríguez
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La crisis se nota en la ciudad y el país, góndolas vacías, productos que faltan, inflación sin techo, pero hay un rubro que sobrevive y crece a pesar de todo, especialmente después de la pandemia, y es el que tiene que ver con el cuidado personal y el esparcimiento como los gimnasios, centros de estética, bares y boliches. El prolongado encierro y la angustia de un tiempo de incertidumbre llevaron a que el nicoleño se preocupe más por el ahora, su salud y disfrutar que por la economía y la incertidumbre política.
En una realidad coyuntural tan golpeada como la nuestra, sorprende ver que casi todos los meses se inaugura un bar restaurante o cervecería y que, algunos más, otros menos, pero todos trabajan con reservas llenas los fines de semana. El auge de la cervecerías está instalado y es común los fines de semana ver un masivo movimiento en la ciudad. Asimismo con los boliches que se fueron sumando de a poco y hoy ya hay para todos los rubros, hasta realizar fiestas masivas en el autódromo o, en su momento, en el estadio municipal. “Desde que se pudo trabajar como boliche a mediados del año pasado, no paramos de tener el lugar lleno. Todavía tenemos restricciones horarias de cierre a las 5.00, pero es por una ley provincial, si no fuera por eso, la gente seguiría hasta las 7 de la mañana”, comentó el encargado de un conocido local bailable nicoleño que ve cómo a pesar de la crisis la concurrencia sigue siendo masiva”. Y agregó: “También la gente sigue entrando tarde, prefieren hacer una recorrida de bares y cervecerías y después ingresar a bailar”.
A cuidarse
También donde sorprendió el crecimiento de lugares y concurrencia es en los gimnasios. “Después de la pandemia y cuando la gente perdió el miedo, empezamos a tener mucha más clientela. Especialmente de los jóvenes que antes no le daban tanta importancia al gimnasio, pero ahora sí. La verdad es que tenemos casi todos los horarios llenos”, comentó a nuestro medio Martín, propietario de un reconocido gimnasio de San Nicolás.
Asimismo, se van sumando más lugares para que la gente haga deportes, ya sea yoga, pilates, pesas, fitness, aeróbico, etc.
Priscila, instructora profesional que también realiza entrenamientos personalizados, contó: “Por suerte se suma un montón de gente a las actividades nuevas. Generalmente son circuitos aeróbicos y en algunos trabajamos con cargas. En lo que es entrenamiento personalizado, depende del objetivo de cada uno. Muchos van para ganar masa muscular, otros para descender de peso, así que dependiendo de su objetivo se les arma la rutina. Hace casi siete años que estoy en el rubro y vi que después de la pandemia no solo la gente se suma a entrenar para verse bien, básicamente, sino que lo ven como una distracción después de estar tanto tiempo encerrados. Se siente eso. También hay épocas en las que el gimnasio merma un montón, como enero o julio y agosto, pero no está pasando esto desde hace rato. Después de la pandemia la gente salió y no solo para crecer físicamente, sino para estar bien en lo mental. También lo que veo es que la gente antes no se interiorizaba en lo que es la parte de la alimentación y hoy en día sí. Ya saben lo que es consumir proteínas, carbohidratos, fuentes de fibra, comer saludable. No solo es hacer dieta, sino entender de alimentación y comer justamente saludable, le dicen dieta, pero en realidad es lo que deberíamos comer siempre. Como se ve, después de la pandemia hubo un auge en los gimnasios y se llena todo sin importar la actividad”.
Rubén Molina, profesor de un gimnasio exclusivo para actividades aeróbicas, sostiene que el pilates y el yoga siguen funcionando muy bien en centros boutique. “La clase de pilates es perfecta para mejorar posturas, ejercitar espalda y core, siempre con movimientos muy controlados. Es una clase muy demandada y apta para todas las edades. El pilates, el fitness o el yoga son deportes que nunca pasan de moda. Quizá porque encandilan, nos liberan del estrés, tonifican nuestro cuerpo y son más sencillos de lo que parecen. Además, este tipo de actividades están destinadas a todas las edades”, agregó.
Belleza
También cualquiera que recorre las calles de la ciudad se encuentra con más centros de estética y salones de belleza “No solo las mujeres se cuidan ahora, sino que tenemos mucha concurrencia masculina que quiere verse bien, ganarle a la vejez”, comentó a EL NORTE Susana a cargo de un centro de estética céntrico que también tuvieron un importante auge pospandemia.
“Cuidados de la piel, del pelo, de las uñas es lo que más se busca. Tenés los que eran clientela fija, pero después del covid creció un montón y nunca nos quedan turnos”, agregó.