Luego de conocerse irregularidades en distintas unidades penitenciarias bonaerenses, el Ministerio de Seguridad relevó a varios directores de cárceles por razones estratégicas como también disciplinarias, confiaron fuentes consultadas. Hay suspicacias por el traslado al penal de Campana de quien se desempeñaba como máxima autoridad de la UP3 San Nicolás, prefecto mayor Fabián Solís, luego de conocerse denuncias por pedidos de dádivas a cambio de otorgar visitas higiénicas. Lo reemplaza el prefecto mayor Guillermo Escudero, proveniente de la Unidad Nº 27 de Sierra Chica.
De la redacción de EL NORTE
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La Unidad Penal 3 de San Nicolás ha sido blanco de distintas y graves denuncias en las últimas semanas. Este diario hizo público –días atrás– una denuncia por presunto pedido de dádivas a familiares de internos, a cambio de otorgar visitas higiénicas. Previamente, otros familiares denunciaron condiciones sanitarias y alimenticias indignas para las personas privadas de libertad. Fue justo antes de que se oficializara un caso de fiebre hemorrágica argentina (FHA) en el penal de San Nicolás.
Lo concreto es que desde Jefatura de Servicios Penitenciarios Bonaerenses se notificaron numerosos relevos en las cárceles de la provincia de Buenos Aires. Las razones esbozadas para justificar estos movimientos obedecen a cuestiones estratégicas, en algunos casos, y disciplinarias, en otros.
Hay suspicacias por el traslado al penal de Campana de quien se desempeñaba como máxima autoridad de la UP3 San Nicolás, prefecto mayor Fabián Solís, luego de conocerse denuncias por pedidos de dádivas a cambio de otorgar visitas higiénicas. Lo reemplaza el prefecto mayor Guillermo Escudero, proveniente de la Unidad Nº 27 de Sierra Chica.
Hay quienes no niegan que el escándalo por presunto pedido de dádivas a cambio de visitas higiénicas podría ser el detonante del recambio de autoridad en la UP3. Por cuestiones sanitarias producto de la pandemia de coronavirus y por la aparición de casos de FHA, las llamadas «visitas higiénicas» se encuentran suspendidas.
En períodos normales se destinan cuatro habitaciones y cada encuentro tiene una duración de tres horas, así que por día unos doce internos reciben a sus parejas y se respeta un cronograma previamente establecido.
Para conseguir la autorización, los familiares de los internos deben presentar distintas documentaciones, como por ejemplo, certificado de concubinato o libreta de matrimonio si están casados, análisis médicos y tienen que tener buena conducta.
Desde que comenzó la pandemia no se volvieron a autorizar de manera legal estos encuentros íntimos. Pero en Fiscalía ingresó una denuncia efectuada por la concubina de un interno que fue trasladado al Penal Nº 13 de Junín, que daría cuenta de que les otorgarían estos encuentros íntimos restringidos a cambio de distintas dádivas.
Los internos de “mayor ascendencia” (los más antiguos dentro del Penal) serían los autorizados por los funcionarios a cargo para oficiar de intermediarios y el negocio ilícito abarcaría desde conseguir un encuentro con sus respectivas parejas dentro de las carpas armadas a tal efecto hasta el intercambio de hermanas o concubinas a cambio de alguna ventaja en dinero, regalos o algún otro beneficio o privilegio.
Otros escándalos
Estos movimientos de autoridades también se dan luego de la escandalosa fuga de un interno ocurrida el viernes 1° de julio en el Penal de Olmos por la que un hombre de 45 años imputado de homicidio logró salir del penal sin mayores controles entre un grupo de docentes y el asombroso escape ocurrido apenas diez días antes en los Tribunales de Avellaneda por el que un preso de 20 años que esperaba para participar de una audiencia se fugó del calabozo pasando por entre los barrotes.
Por la primera fuga fueron desplazados el director y dos subdirectores de la Unidad Carcelaria Nº 1 de Lisandro Olmos y otros 16 oficiales y suboficiales fueron pasados a disponibilidad. Por la segunda fuga se habían demorado a tres agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense. Pocos días después este medio recibió una denuncia que daba cuenta de que presuntamente en la UP3 algunos internos con anuencia de agentes del servicio penitenciario otorgarían permisos para visitas higiénicas a cambio de distintas dádivas.
Los cambios
Los cambios en algunas jefaturas de la provincia ordenados involucran a las Unidades Nº 1, 25 y 26 de Lisandro Olmos, al Complejo Penitenciario Centro Zona Sur que nuclea a las Unidades Nº 2 y 27 de Sierra Chica y la Nº 17 de Urdampilleta. Respecto del Complejo Penitenciario Zona Norte quedan comprendidos en los cambios la Unidad Penal Nº 3 de San Nicolás, Nº 5 de Mercedes, 13, 16,49 de Junín y Nº 11 de Baradero. En el complejo Sur los relevos se efectuaron en la Unidad Nº 4 de Bahía Blanca, Nº 19 de Saavedra, Nº 20 de Trenque Lauquen, Nº 6 de Dolores, Nº 50 de Mar del Plata, Nº 44 de Batan y las cárceles Nº 21, 41, 57 de Campana, entre otras. En lo que respecta a San Nicolás el director de la Unidad Penal que se desempeñaba hasta este miércoles al frente de la UP3 prefecto mayor Fabián Solís (Escalafón General) fue trasladado al Penal Nº 57 de Campana y tomó su lugar el Prefecto Mayor Guillermo Escudero (EG) proveniente de la Unidad Nº 27 de Sierra Chica.