Juan Enrique Tschanz es habitante de nuestro partido de San Nicolás. Se desempeñó laboralmente durante muchos años en tareas de mantenimiento metalúrgico, tiene 68 años y desde 2011 es jubilado. Interesado por cuestiones como el diseño urbano y la vialidad, el nicoleño elaboró y presentó a autoridades nacionales un proyecto titulado: «Diseño aplicado a la señalética de tránsito urbano», tendiente a prevenir accidentes de tránsito.
El trabajo fue presentado al INPI (Instituto Nacional de Propiedad Industrial), un ente autárquico en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo, que es la autoridad de aplicación de las leyes de protección de los derechos de propiedad industrial.
El INPI aprobó la iniciativa. La reconoció formalmente y le asignó título de propiedad Nº 99190, extendiendo el correspondiente certificado a Tschanz, nacido en Paraná (Entre Ríos), aunque domiciliado en San Nicolás desde hace ya 50 años.
“Se han presentado innumerables accidentes donde un ciudadano transita nuevos caminos pavimentados, recientemente señalizados, desorientando al conductor hacia dónde tiene habilitado girar o desde dónde provienen los demás vehículos, produciendo un choque frontal al doblar con un desenlace trágico”, argumentó el nicoleño.
Cordones pintados
La solución que analizó, diseñó y propone es sencilla. Aunque no por eso, menos eficiente. Su proyecto propone pintar el cordón cuneta de las esquinas con los colores habituales establecidos por el semáforo: rojo, amarillo y verde.
“El color rojo, en este caso, nos indica contramano y atención. Por otro lado, el color verde nos indica la posibilidad de seguir por esa vía y nos da lugar a doblar en el caso de ser necesario”, indicó el autor del proyecto.
En otras palabras: cuando un conductor llega a bordo de su vehículo a inmediaciones de una esquina, la sola aparición de los colores (más visibles y fáciles de ubicar, por ejemplo, que las pitadas verticales con el sentido de la mano de la calle transversal) le indicará desde qué lado podrá presentarse otro vehículo y, también, hacia qué lado tiene habilitado su giro.
“El proyecto no demandará costo alguno, ya que las esquinas de la mayoría de las ciudades de la República Argentina ya se encuentran pintadas de color amarillo”, agregó Tschanz, quien en su iniciativa también prescribe la conveniencia de equipar con luces refractantes (ojos de gato, también con colores rojo, amarillo y verde) los cordones de las ochavas.