Hace varios días que el interior del país está sufriendo las consecuencias de la falta de gasoil: largas filas en las estaciones de servicio, faltante de productos y hasta miedo por un posible desabastecimiento total. Ahora, a esta incertidumbre se le suma la posible falta de garrafas para afrontar las olas polares. Así lo aseguraron varios comerciantes de gas de nuestra ciudad.
De la Redacción de El Norte
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Hace varios días que en gran parte del interior del país no se puede encontrar gasoil en las estaciones de servicio. Esto se debe, entre varios factores, a la baja producción que está teniendo Argentina. En San Nicolás, hay muchas empresas que ya no poseen el combustible más buscado.
Las problemáticas que ya atraviesa nuestro distrito son preocupantes. “No puedo traer mercadería a mi local porque mis proveedores trabajan con camiones a gasoil y, como no se consigue casi en ningún lado, tienen miedo de hacer el viaje hasta acá y no poder volver”, manifestó un comerciante de la zona sur de la ciudad.
Ahora, el problema se extiende para quienes viven de vender garrafas. Se trata de una actividad denominada “de temporada”, ya que su momento más fuerte en ventas es cuando comienza el otoño/invierno. Peligra su normal abastecimiento debido a que las garrafas son transportadas en vehículos que funcionan a gasoil.
Este diario dialogó con varios responsables de comercios que se dedican, en otras cosas, a la provisión de gas licuado, quienes aseguraron que podría faltar el stock de garrafas en todo el distrito y en la región. “No hay forma de transportar el gas licuado que envasan las garrafas si no tenés el medio de transporte y necesitás el gasoil. Para el caso de San Nicolás, la mayoría de las plantas que abastecen son de Rosario, ese gas viene con un camión del pozo a Rosario, ahí se envasan las garrafas y otro camión trae el gas a nuestra ciudad, dejando los productos en casa central; y ahí otro vehículo distribuye entre los que tenemos puntos de venta”, explicó Guillermo Fenley, que tiene su comercio en zona norte.
De inmediato, agregó: “A priori te puedo decir que en San Nicolás va haber inconvenientes con el stock de garrafas si el problema persiste. No hay forma de transportar lo necesario para paliar la gran demanda que va a tener y está teniendo la venta de garrafas por las temperaturas bajo cero”.
También preocupa la mantención de la estructura de ventas. Tal cual cuentan los comerciantes de gas, ellos se preparan todo el año para que en estas fechas puedan recaudar lo más posible, siendo que luego viene la temporada baja y prácticamente no se factura.
“Nuestro negocio es únicamente de temporada y los costos que origina tener un vehículo distribuidor o los propios puntos de venta, sobre todo en la parte impositiva, no vender es preocupante. Las ventas de ahora nos ayuda a llegar al próximo invierno, más luego de la pandemia, en la cual estuvimos mucho tiempo parados. Armamos toda la estructura y ahora el gasoil no nos permite pasar lo que queda del año. Va a ser muy difícil poder sostener todo si no podemos asegurarnos de tener stock suficiente para paliar la demanda”, agregó.
Los precios
Hoy una garrafa de 10 kg cuesta $607 y una carga de 15 kg cotiza $911, según los precios oficiales que deben cobrarse en los puntos de venta. “Luego de la pandemia, las ventas crecieron muchísimo porque las garrafas no aumentaron casi nada. Hasta el año pasado solo creció $100 su valor, es decir, prácticamente nada”, expresa un comerciante de zona sur.
Por su parte, Fenley esbozó que “el gas siempre se comparó con el precio del pan. Yo hace 25 años que vivo de esto y toda la vida fue así. Hoy un kilo de pan puede costar $240, por lo tanto, una garrafa de
10 kg debería rondar los $2400. Sin embargo, eso no ocurre y esa razón llevó a que creciera la demanda de gas”.
