Esta semana, senadores provinciales de Juntos presentaron un proyecto de ley en el Senado bonaerense con el propósito de que los municipios sean los responsables de fijar los horarios de locales bailables. Consultados empresarios bolicheros de la zona, se mostraron de acuerdo con la propuesta, y explicaron cómo funciona la noche nicoleña.
Germán Rodríguez
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Los senadores provinciales de Juntos, Agustín Máspoli y Alejandro Cellillo, presentaron un proyecto de ley en el Senado bonaerense con el propósito de que los municipios sean los responsables de fijar los horarios de locales bailables, discotecas, clubes y sus variantes. La iniciativa de los legisladores de la Unión Cívica Radical pretende modificar la Ley 14.050 de la provincia de Buenos Aires, la cual regula los horarios de los establecimientos de actividad nocturna en territorio bonaerense.
A su vez, el proyecto busca renovar los montos de las multas por incumplimientos con el fin de que se actualicen de manera automática, de forma tal de evitar que las mismas no signifiquen una suma inofensiva para los sancionados.
Esto atiende a un pedido de los bolicheros de toda la provincia para que sean los municipios los encargados de organizar y ordenar la actividad nocturna, entendiendo que cada distrito tiene sus características y complejidades específicas. San Nicolás al estar al límite con la provincia de Santa Fe, la cual tiene legislaciones completamente diferentes y más permisivas que las de nuestra provincia, muchas veces sufre de decisiones que se toman desde La Plata y no comprenden necesidades completamente diferentes de cada distrito.
Entender cada ciudad
“La moción de los radicales la veo con buen tino, ya que siempre se les exigió a las autoridades que en algunas cuestiones específicas tendrían que legislar los municipios, ya que por una cuestión de geografía e idiosincrasia, no es lo mismo lo que pasa en la noche en La Matanza a lo que ocurre en San Nicolás”, expresó a nuestro medio Luis Milesi, un reconocido empresario bolichero de nuestra ciudad, propietario de “Blues” con más de 30 años de experiencia en el rubro.
“El tema de la noche es muy largo para decir que se puede regular o no con una ley. Lo primordial y fundamental de la noche es entender que no es mala palabra. Pasan un montón de cosas malas, es cierto, como buenas también, pero no deja de ser un lugar de entretenimiento. Ir a un boliche tiene las mismas liberaciones de endorfinas que ir al cine con una pareja y por eso es necesario. El problema más grande es como reglamentamos la noche, si a la noche la vemos como un instrumento político, como ha pasado ya, que se la estigmatizaba y por decisiones ajenas a la ciudad se salía a clausurar todo sin motivo”, agregó.
Responsabilidades de la noche
Son muchos los condimentos que tiene la noche y existe una cierta liberación en las personalidad de parte de un sector de gente que salen a divertirse y que con unas copas de más o bajo los efectos de estupefacientes actúan en algunos casos de forma violenta. Quienes deben lidiar con estas situaciones son aquellos que trabajan en bares y boliches en procura de mantener la paz y que los concurrentes puedan divertirse, lo que no es una tarea fácil. “Hay que entender que el bolichero no es el padre o el tutor o el maestro de quienes van al boliche, si bien hay un deber y responsabilidades como en cualquier establecimiento al que entrás, después si desde las casas vienen con todos los valores alterados, rotos, el primer responsable no es el bolichero, el primer responsable es la familia, su educación, el Estado y, por último, el bolichero. Pero cuando pasa algo lamentablemente el primer responsable para la sociedad es el boliche, sin entender otros factores fundamentales”, expresó el empresario.
Horarios
Respecto a los temas de horarios de cierre comentó: “El tema es intrincado, tiene muchas aristas. Si me preguntás a mí, bolichero con 30 años de noche, con todo lo que he trabajado, si me dijeran que el horario de boliche es de 16.00 a 23.00 y yo a esa hora estoy en mi casa viendo televisión, sería feliz. Pero lo que pasa es que no depende de mí, sino de la gente. Regular el horario de la gente no es fácil y ahí empieza a jugar de nuevo que si estamos cerca de otro municipio que pertenece a otra provincia, con otras reglas, que te cierra a otra hora, ya la cuestión es complicada. Nosotros con la ley de Duhalde, que es muy parecida a esta ley de nocturnidad del REBA, que exige la provincia donde indica que hasta las 2.30 podés entrar, 4.30 cortás la barra y a las 5.30 tenés que estar afuera, se hace difícil ya que nosotros veníamos de bailar sin horarios y con esa propuesta de un día para el otro al bolichero lo fundió, porque a dos pasos tuvimos otro lugar donde la gente iba a seguir bailando, lo que muestra que la geografía también juega a la hora de tomar decisiones. Se decía que era problema del bolichero, al bolichero lo fundió y ¿pasó algo? ¿Cambio la gente el horario? No cambió nada”.
Respecto a si la pandemia modificó los horarios de salida de la gente, como se llegó a especular, Milesi advirtió que tampoco hubo cambios. “La pandemia nos hizo cerrar a todos los bolicheros, los que hemos sido de raza y amamos al boliche hemos quedado parados, pero después las fiestas clandestinas demostraron que no existen horarios ni covid que detenga a la gente. Tuvimos dos años de joda con la gente haciendo cualquier cosa, hasta cualquier hora, en el campo con cinco grados bajo cero, sin medidas de seguridad en condiciones nefastas. Hoy en día con el tema de los horarios terminamos a tal hora y la gente se va a otros after o a seguir tomando en casas particulares. Es verdad que este municipio a lo último nos ha convocado para que charlemos, les hemos dado nuestra inquietudes, pero ellos están atados de pies y manos con la famosa ley de nocturnidad que la han dictado desde La Plata y quizás ahora si se aprueba este proyecto, puedan decir cuáles son las necesidades de San Nicolás. Repito, la gente históricamente primero va a un bar y después al boliche, no cae antes de las 2 de la mañana, así que entre las 2 y las 3, por más que le pongas 200 leyes, la gente no lo va a cumplir y uno se tiene que estar acomodando como pueda. Para mí el boliche no debe cerrar antes de las 6 de la mañana, como era siempre, y así la gente se va yendo de a poco y se evitan aglomeramientos. Si vos no tenés horario, las cosas se dan naturales, de otra forma”, aclaró.