La participación del Estado en la renta agrícola llegó al 61,5% este mes, para el promedio de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.
Esto quiere decir que por cada $100 de renta que genera una hectárea promedio, $61,50 se va en impuestos, sean nacionales, provinciales o municipales, de acuerdo con un informe elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).
Ese trabajo reveló además que mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 61,5%, la participación del Estado en soja es del 68,4%, maíz 53,9%, trigo 50,4% y girasol 44,8%.
Sin embargo, FADA aclaró que la participación del Fisco en las ganancias el agro fue en junio 3,4% más baja que en marzo de este año, a raíz de la suba de precios y de los rendimientos, ya que en el tercer mes del año se esperaban mayores impactos por la sequía de los que finalmente se registraron.
Así, los dos factores hacen crecer la renta agrícola y la participación de los impuestos baja, en este caso del 64,9% al 61,5%.
No obstante, la entidad explicó que si bien la participación porcentual de impuestos en la renta baja, la cantidad de impuestos en pesos que pagó una hectárea promedio entre la estimación de marzo y junio se incrementó.
En el caso de soja, los impuestos nacionales que paga una hectárea pasan de $74.250 a $89.986, en maíz de $45.316 a $54.480, en trigo de $26.209 a $38.069 y en girasol de $22.306 a $42.693.
“Aquí queda claro que una mejora de precios o una mejora en los rindes, se traduce automáticamente en un mayor nivel de recaudación fiscal, principalmente de impuestos nacionales como derechos de exportación y Ganancias, que tiene una correlación directa con los ingresos y la rentabilidad”, evaluó FADA.
Por otra parte, señaló que el tipo de cambio se ha atrasado respecto a la inflación, incrementando los costos de producción al medirlos en dólares: “Un escenario malo para cualquier actividad exportadora”, alertó la Fundación.
En ese sentido, ejemplificó que el costo de la cosecha se incrementó un 83% en pesos en los últimos 12 meses, mientras que el tipo de cambio oficial sólo subió 26,7% en el mismo período; esto significa que ese costo aumentó un 44,5% en dólares.