Los productos donados por el Colegio María Auxiliadora a la Escuela Secundaria N° 23 del barrio San Martín y merenderos de esa zona de la ciudad lograron ayudar a muchos chicos que a veces no cuentan con la posibilidad de tener un plato de comida en la mesa. Fue en el marco de una campaña solidaria que la institución privada realiza todos los años por el mes de la advocación.
De la Redacción de EL NORTE
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En medio de una pandemia que azota en todos los frentes posibles (salud, economía, sociedad), un halo de esperanza aparece con la solidaridad de la gente. En San Nicolás existe una realidad que no le escapa a la difícil situación en la que nos puso la llegada del COVID-19. Merenderos en casi todos los barrios demuestran que hay necesidad de un plato de comida. En ese sentido, la escuela María Auxiliadora realizó una campaña solidaria con el fin de poder ayudar a quienes más lo necesitan. EL NORTE dialogó con una de las catequistas responsables de la institución, Mariela Gauna, para conocer el motivo de la campaña y qué pudieron recolectar entre todos los alumnos.
“La campaña salió enmarcada en el mes de María Auxiliadora. Nosotros trabajamos sobre la fundadora que decía que todo acto sea un hecho de amor, entonces a raíz de eso un grupo de chicos desde la catequesis les surgió esta idea de ayudar a los que menos tienen. Primero pensamos en abrigo debido al frío y luego decidimos sumarnos también a la propuesta de la Revuelta Literaria de juntar leche”, manifestó.
“Hicimos la campaña con los tres niveles pidiendo tres donaciones: el abrigo, la leche y cuadraditos tejidos para hacer mantas. Por suerte colaboraron muchas familias trayendo lo que podían y les estamos muy agradecidos desde la institución por el enorme esfuerzo que han hecho para que este acto de solidaridad se lleve a cabo”, agregó Gauna.
De todas las donaciones, la leche y el azúcar fueron entregados el jueves a la Secundaria N° 23 de barrio San Martín. En estos días estarán dando toda la ropa de abrigo que pudieron conseguir y, como aún están haciendo las mantas, buscarán poder entregarlas lo antes posible. “Pudimos recolectar entre 200 y 250 litros de leche tanto en polvo como larga vida, que esperamos que ayude a quienes más lo necesitan”, detalló.
La leche
La idea de los alumnos de la escuela María Auxiliadora era poder ayudar a sectores vulnerables de la sociedad nicoleña. Eligieron, entonces, la zona norte de la ciudad para entregar las leches y el azúcar conseguidos gracias a las donaciones de todos los alumnos de la institución y los padres de los mismos.
El director de la Secundaria N° 23, Cristián Juárez Giovanelli, fue el elegido para ayudar a distribuir las donaciones tanto para sus alumnos como así también poder hacer entrega en varios merenderos o comedores que se encuentren en la zona norte de nuestra ciudad, tales como Comedor Refugio de Amor o Merendero Igualdad.
“Agradezco al Colegio María Auxiliadora por haber tenido este enorme gesto para con nosotros. Ya le entregamos de dos a tres kilos de leche en polvo a quienes tienen hermanitos en la Secundaria N° 23. La mayoría tiene más de dos hermanos y les viene bien para poder tomar la leche todos juntos”, contó el director a EL NORTE y agregó: “También, nos estamos encargando de entregarle la leche a los distintos merenderos y comedores que tiene la zona norte. Hay mucha necesidad y este tipo de iniciativas son realmente necesarias para nosotros. Junto al Centro de Estudiantes de la secundaria estamos cargando la leche y repartiendo en esos lugares que alberga siempre familias y más de 100 chicos”.
El Comedor Refugio de Amor que, a pulmón, da de comer a 100 familias que se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad. El mismo nació con el fin de paliar la situación de hambre que se vive, en este caso, en la zona norte de San Nicolás. Sin embargo, a veces se vuelve imposible cuando las donaciones no alcanzan y la ayuda es escasa.
Por lo general, estos lugares alimentan a familias enteras, inclusive de distintos barrios aledaños o no tan cercanos. Con la situación extrema en la que están inmersas las familias de la zona norte, la ayuda recibida es crucial para no frenar nunca el enorme gesto de llenar las pancitas de los que menos tienen.