Expoagro 2022 resultó ser un trampolín para la imagen política del intendente de San Nicolás, ahora más consolidado en un escenario interno de Juntos que mueve sus fichas en el tablero electoral del año próximo. Los encontronazos con Kicillof, Berni y Camioneros, como el vínculo fortalecido con Macri y Rodríguez Larreta, le dieron trascendencia nacional a su imagen. La mayor actividad en Twitter, la red social rosquera por excelencia, también lo posiciona en un escenario de alta visibilidad. Passaglia, como toda la clase dirigente, transita 2022 con la mira calibrada en 2023.
Guillermo Insúa
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La clase política argentina parece haber herido de muerte al precepto que hasta hace algunos años nos había enseñado que «todo año par es tranquilo», políticamente hablando. Aunque no parece oportuno hablar de «clase política», sino que deberíamos enunciarlo como dirigencia, así no quedan excluidos el sindicalismo, el empresariado, los sectores agropecuario e industrial, la corporación judicial, todos ellos con intereses políticos.
A poco de iniciarse 2022 y con la sinergia del triunfo opositor en noviembre de 2021, la dirigencia política se puso en modo 2023. La elección de cargos ejecutivos en todos los niveles aparece a la vuelta de la esquina, mucho más si tenemos en cuenta que en diciembre la atención pública se desviará al Mundial de Qatar, luego vendrán tres meses –estacionalmente– de escaso movimiento. Y poco después empezarán a asomar las Primarias.
El escenario preelectoral ya no muestra solo una grieta ideológica, sino también las que dividen a quienes son parte de lo mismo. La que separa al cristinismo del albertismo es muy notoria. Como lo es también el fino equilibrio del massismo para evitar que el Frente se rompa.
Pero, además, la grieta también se abrió paso entre halcones de Juntos, más en el PRO que en la UCR donde Manes muestra una musculatura que parece no tener competencia.
El factor Milei, otro lanzado abiertamente, aporta tensión a esa discusión interna de la oposición.
Por el momento, la tropa de Juntos parece tener un claro guía. En Radio U, Mauricio Macri se refirió esta semana al escenario interno de cara a lo que será la definición de las candidaturas presidenciales para 2023. Sobre su pretensión personal, recordó la frase que él mismo dejó en la despedida de su mandato presidencial: “El 7 de diciembre de 2019 yo dije que voy a estar; y acá estoy”, recordó. Consultado acerca de varios nombres ya enrolados en la carrera presidencial, Macri elogió sus “cualidades”, aunque también marcó la cancha. “Tanto Patricia (Bullrich) como Horacio (Rodríguez Larreta) y también María Eugenia (Vidal), Manes y Morales son todos dirigentes con cualidades, que tienen un año largo por delante para lograr transmitir cuán profunda es su vocación de cambio, cuánta capacidad, cuánta firmeza, cuánto coraje van a tener para enfrentar a estas poderosas fuerzas que buscan sostener el statu quo. Hay mucha gente a quien le va bien con este sistema cerrado, trabado, no competitivo y mafioso. Han acumulado poder y dinero y van a intentar que nada cambie, como ya lo hicieron durante los cuatro años de mi gobierno”, advirtió el ex Presidente de la Nación en diálogo con periodistas del programa «Pila & Media».
En la arena
Expoagro 2022 marcó un escenario de intensa rosca política. San Nicolás fue testigo de cruces muy fuertes entre los principales protagonistas de la dirigencia. Entre ellos, el recordado duelo de declaraciones entre el gobernador Axel Kicillof y el intendente Manuel Passaglia, por el reparto de recursos. En esos días, aunque por fuera de la muestra del campo que se llevó a cabo en el autódromo de esta ciudad, sumó tensión el cruce insólitamente público entre el ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni y el intendente anfitrión, en ocasión de una entrega de patrulleros.
Expoagro fue el puntapié del partido en el que se empezaba a jugar el posicionamiento político de cara a 2023. Las visitas a «tierra hostil» de ministros del Gabinete nacional como Wado de Pedro y Julián Domínguez pretendieron disimular la ausencia del máximo funcionario del oficialismo, Alberto Fernández.
El evento resulta más amigable para la oposición. Por eso no sorprendieron las presencias de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Facundo Manes, Javier Milei, casi todos abiertamente lanzados a alguna candidatura, haciendo uso de una vidriera política muy importante a la hora de acumular trascendencia.
El intendente Manuel Passaglia fue uno de los grandes ganadores del escenario Expoagro. Los cruces con Kicillof y Berni se nacionalizaron y entonces San Nicolás se transformó en un set de TV para la agenda política.
El rédito político para el intendente anfitrión le consolidó un lugar en mesas a la que se sientan los referentes más importantes de Juntos, tanto a nivel provincial como nacional.
En redes
El creciente capital político de Manuel Passaglia también se expresó en redes. Una semana después de culminar Expoagro 2022, el intendente de San Nicolás posteaba en Twitter, la red social más rosquera de todas, “los productores no son el problema, son la solución”. Y acompañaba el enunciado con una carta entregada al gobernador de Buenos Aires, con @Kicillof incluido.
El 10 de abril, con el conflicto desatado por la causa contra el camionero y concejal del Frente de Todos, Maximiliano Cabaleyro, y con un paro en el servicio de recolección de residuos, Manuel Passaglia tuiteaba: “San Nicolás continúa rehén de los Moyano. Así están nuestras calles hoy. Es una vergüenza que ante la decisión de la Justicia de detener a su dirigente gremial y concejal del FDT, ellos reaccionen así. Volvemos a exigirle a Moyano que revea su actitud y cumplan con su trabajo”.
Tres días después, el intendente de San Nicolás escribía dos posteos fuertemente políticos, vinculados al indicador inflacionario que se conocía ese 13 de abril. “Mientras los vemos pelearse entre ellos, los argentinos sufrimos las consecuencias. Necesitamos urgente un cambio de rumbo y un plan que nos lleve a salir de este lugar al que nos están condenando”, publicaba primero. Y un rato después: “Llevamos acumulada una inflación del 55,1% interanual. Este indicador es el reflejo de la improvisación y la falta de un plan económico de este gobierno”.
El 23 de abril, junto a Larreta y Santilli en la marcha del campo contra las retenciones, el titular del Ejecutivo local tuiteaba: “Estamos acompañando a todo el interior productivo, que hoy se encuentra asfixiado por la cantidad de impuestos y trabas que tienen al momento de producir. No hay desarrollo sin campo. No hay progreso sin campo”.
En el mes de mayo Manuel Passaglia también se mostró en la arena política tuitera. “Que #BoletaUnica pase a ser tratado en comisiones es una buena noticia para nuestra democracia. Un paso más hacia la transparencia. No sorprende la actitud del #Kirchnerismo de oponerse siempre a todo lo que perjudique sus intereses personales”, escribía el día 5, sumándose a un debate potente en esas jornadas.
El 12 de mayo Manuel Passaglia sumaba un tuit a la catarata de reacciones de la oposición contra el pedido que le hiciera Leopoldo Moreau a la jueza Maiztegui y la fiscal Viviani, a quienes les solicitó copia del expediente de la causa que investiga a Cabaleyro. “Primero quisieron tomar de rehén a la ciudad y no pudieron. Ahora van por la #justicia, con la complicidad del gobierno. Todo para garantizar la impunidad de dos referentes de #Moyano. Argentina no tiene futuro por este camino”, escribió Passaglia.
Si bien aún no se cerró el primer semestre 2022, la dirigencia hoy piensa y actúa en modo 2023. El escenario es horrible para el ciudadano de a pie que ve cómo su situación económica resulta muy difícil de sobrellevar. Pero, como se escribió más arriba, los años pares ya no son tranquilos. Son casi tan rosqueros como los impares.