AUNQUE EL PARANÁ CRECIÓ FRENTE A LA COSTA NICOLEÑA, PREOCUPA LA PERSISTENTE BAJANTE AGUAS ARRIBA

ALTURAS MÍNIMAS A NIVELES HISTÓRICOS

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Pese a que en San Nicolás la altura del río midió 37 centímetros más que en la víspera, aguas arriba el Paraná continúa sufriendo una bajante histórica. Bajó otros tres centímetros frente al puerto de la capital entrerriana, donde se mantiene con una altura de 17 centímetros por debajo del nivel del mar, circunstancia esta que no se verificaba desde 1944. El Instituto Nacional del Agua indicó que persiste una “perspectiva netamente desfavorable”.

El río Paraná en San Nicolás marcó este jueves un crecimiento de 37 centímetros en relación con la medición del miércoles, para ubicarse en 0,65 m sobre el nivel del mar. DANIEL DORADO / EL NORTE

De la redacción de EL NORTE
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El registro de altura del río Paraná en San Nicolás marcó este jueves un crecimiento de 37 centímetros en relación con la medición del miércoles (0,28 m), para ubicarse en 0,65 m sobre el nivel del mar. No obstante, no son buenas las perspectivas para los próximos meses. Aguas arriba, el río descendió otros 3 cm en las últimas 24 horas frente al puerto de la capital entrerriana, por lo que se mantiene con una altura de -17 cm (debajo del nivel del mar), lo que configura la peor situación hídrica detectada desde 1944, cuando llegó a -1,40 metros.

También bajó a la altura de las ciudades entrerrianas de Diamante y La Paz, y se mantiene lejos de sus niveles normales frente a Victoria.

La bajante actual mantiene al río lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 m) y de su altura promedio en julio (3,10 m) en Paraná. Por otra parte, ya superó las marcas de 1971 (0,50 m), las de 2020 y 1970 (0 m), y hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual.

Ese año el río marcó -1,40 m frente a Paraná, al igual que en Diamante (-1,38 m), Victoria (-41 m) y en La Paz (-1,11 m).

El Instituto Nacional del Agua (INA) indicó que persiste una “perspectiva al 30 de septiembre netamente desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes cuatro meses, por lo menos”, es decir, hasta enero del 2022.

Mediciones

En Diamante, la altura del río bajó un centímetro hasta los 12, por debajo de los 2,40 metros del límite de aguas bajas y de los 2,91 metros promedio para esta época del año, y 1,30 metros menos que el 6 de junio pasado.

En La Paz, el río Paraná alcanzó los 28 centímetros, 1,48 metros menos que hace un mes, muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas y de los 4,08 que la Prefectura Naval Argentina (PNA) registró como promedio entre 1996 y 2020.

Allí, el INA espera que la altura “continúe disminuyendo gradualmente” hasta alcanzar los 22 centímetros a fines de julio, pero aseguró que “podría descender hasta el 0”.

En Paraná, la bajante actual mantiene al río lejos de su altura promedio en julio (3,10 metros). Por otra parte, ya superó las marcas de 1971, 2020 y 1970. Hay que remontarse a 1944 para registrar una situación peor que la actual.

En tanto, en Victoria el río se mantiene estable con un metro de altura, lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas y de los 3,5 metros que tenía allí el río Paraná tan solo tres meses atrás, el 13 de abril.

Para ese puerto, se espera un promedio en el mes de julio de 0,95 metros, 2,86 por debajo del nivel mensual promedio desde 1996 y 1,14 metros inferior al promedio de julio 2020.

Crítico

El INA apuntó que julio será “especialmente crítico” y espera impactos en “las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales”.

También alertó sobre problemas en “la navegación fluvial, fauna íctica, estabilidad de márgenes” y una “exposición a incendios en márgenes e islas”.

“Esto genera mucha preocupación, es una bajante histórica que impacta en el agua potable y esto es lo más urgente que hoy nos ocupa, además de lo ambiental”, dijo el gobernador entrerriano Gustavo Bordet, y precisó que está “en contacto permanente con todos los intendentes” de la vera del río.

Bordet afirmó que “claramente hay un cambio climático, fundamentalmente en las nacientes de los ríos con la deforestación, y con un cambio en los suelos y en los sistemas de cultivos que modifica las condiciones ambientales”.

El secretario de Agricultura y Ganadería de Entre Ríos, Lucio Amavet, afirmó a la agencia Télam que la bajante “impactó fuertemente en acopiadores, fileteadores, transportistas y más de 3000 familias de pescadores que viven de eso”, registrando “el cupo de exportación más bajo de los últimos 15 años”.