La situación generada en torno a la draga Chubut (36-C), que estuvo a punto de hundirse en el puerto de Villa Constitución, ya tuvo los primeros coletazos con la renuncia de Roberto Milio.
Roberto Milio, un hombre del gremio, dejó su cargo como director de Operaciones. En una nota, acusó al Estado nacional de no facilitar acciones para recuperar el material flotante y la capacidad operativa.
La situación generada en torno a la draga Chubut (36-C), que estuvo a punto de hundirse en el puerto de Villa Constitución, ya tuvo los primeros coletazos con la renuncia de Roberto Milio, que dejó su cargo como director de Operaciones de la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables.
Milio es un hombre del gremio. De hecho, ocupa a nivel nacional el cargo de secretario del Interior del Sindicato de Dragado y Balizamiento, que dirige Juan Carlos Smith. El secretario general del gremio a nivel local, Edgardo Arrieta, afirmó que el alejamiento del funcionario es el corolario de una gestión en la que “lamentablemente el compañero no pudo conseguir casi nada de lo que pedía. Y seguir en esa situación mientras un equipo de buzos de Vías Navegables llegados desde la ciudad de Buenos Aires trabajan contrarreloj para salvar a la Draga 36-C, en los muelles del puerto villense. La embarcación sufrió el robo de una toma de agua y corría peligro de hundimiento. Desde el gremio de Dragado y Balizamiento denunciaron entonces el “abandono de la flota por parte del Estado nacional”. De hecho, la draga ya venía siendo objeto de robos y vandalismo, y su tripulación era víctima de amenazas, al punto que se suspendió el turno nocturno. La desaparición de una toma de agua fue el detonante: la embarcación estuvo a punto de irse a pique hasta que se activaron los mecanismos de emergencia. Arrieta contó que a la embarcación “la pudieron salvar, si no, hubiese sido un escándalo y una noticia internacional”. Y comentó que Prefectura de Villa Constitución le cedió a la tripulación un lugar en donde pernoctar. “En la 36-C ya no tienen más nada”, dijo.
Los reclamos y denuncias de desmantelamiento y dejadez hicieron eclosión con este episodio, y terminaron con el retiro de Milio. En el entorno aseguran que el funcionario venía pensando su alejamiento, pero lo de la draga Chubut 36-C parece haber sido definitorio.
“La gestión gubernamental en materia de puertos y vías navegables no tiene como prioridad la recuperación de la soberanía nacional y la subsecretaria de Puertos y Vías Navegables se caracterizó durante estos últimos dos años por no impulsar ninguna de las acciones necesarias para recuperar el material flotante y la capacidad operativa de las áreas a su cargo”, escribió el funcionario en una nota que fue reproducida por el periódico Argenports. “Muy por el contrario –continúa el escrito– se dedicó sistemáticamente a impedir la consecución de objetivos esenciales para retomar en forma efectiva el control y el manejo de los servicios de dragado y balizamiento, así como la reducción de los riesgos que en materia ambiental tiene el material de navegación que se encuentra hundido o con riesgo de hundirse en los lechos de los ríos de toda la Nación Argentina”.
El ahora exfuncionario añadió que no se recupera capacidad operativa, no se planifican objetivos estratégicos, no se priorizan los intereses nacionales y no se dan respuestas concretas a situaciones urgentes e importantes. En su misiva, puso como ejemplos a la draga Mendoza de Mar del Plata, “con riesgo de hundimiento y afectación de la operatividad”; la draga Río Negro, cuya reparación quedó trunca porque no se avanzó en un convenio, y el problema en torno a la “provisión de elementos esenciales para las embarcaciones del Estado y sus tripulaciones, como la ropa, zapatos y materiales destinados a los buzos que operan en el Río de la Plata”.
Esas y otras cuestiones “nos llevan a plantear como representación gremial que claramente el dragado y balizamiento y la recuperación de capacidad operativa por parte del Estado nacional a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables no se encuentran dentro de las prioridades de este Gobierno y de esta administración”.
En otro tramo de la misiva, Milio dijo que la defensa de la fuente del trabajo, la defensa de los trabajadores y la dotación a los trabajadores de sus elementos de seguridad y de las condiciones de trabajo adecuadas tampoco se encuentran entre las prioridades de este Gobierno.
Señaló que tampoco se encuentra entre las prioridades la ampliación del dragado hacia el canal Magdalena y la recuperación efectiva de la soberanía nacional mediante la conformación de una flota de dragado propia que permita consolidar el control del tráfico internacional de comercio a través del troncal conocido como Hidrovía.
“Por último, tampoco está como prioridad atender a la cuestión del material en rezago, del material hundido, del impacto ambiental de los puertos que tienen en riesgo o que no se encuentran operativos por la desidia y por la falta de contracción al trabajo y la falta de horizontes políticos concretos por parte de esta gestión nacional en materia fluvial”. (Fuente: La Capital de Rosario)