Muchos y diversos son los segmentos internos de Juntos por el Cambio que en San Nicolás ya activaron los contactos de cara al cierre de listas que opera en menos de dos semanas. Una mesa del Pro con cinco aristas y un radicalismo que a nivel provincial viene reclamando mayor protagonismo son algunos de los espacios que ya entablan conversaciones con el núcleo duro del oficialismo local. La birome está en el Palacio Municipal. ¿Habrá unidad?
Leandro Madeo
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Corren las últimas dos semanas antes que cada espacio político presente a su junta electoral partidaria las listas de precandidatos para competir –en todos los niveles– en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del 12 de septiembre próximo. Serán, seguramente, dos semanas (en rigor, 13 días) tumultuosos, con una escala previa que podrá resultar “ordenadora” en muchos casos: el 14 de julio –esto es: el miércoles de esta semana– deberán estar formalmente constituidas las alianzas que buscarán competir en la Elección 2021, legislativa tanto a nivel nacional como bonaerense.
En el horizonte de esos plazos se inscriben, por ejemplo, los movimientos producidos durante la semana que pasó en San Nicolás en torno a los diversos sectores que buscan articular del mejor modo dentro de la alianza Juntos por el Cambio (coalición ahora opositora a nivel nacional y provincial que luego de la derrota de 2019 podría ser relanzada con nuevo nombre).
En nuestra ciudad no son pocos los grupos con intención de estar embarcados en la alianza y, sobre todo, en las listas para designar candidatos a concejal y, también, a diputado provincial. Más allá de lo numeroso de las aristas, es innegable que la centralidad la tiene el Palacio Municipal.
Hay diálogo interno dentro de la plural mesa distrital del Pro. Hubo incluso la constitución de una mesa de Juntos por el Cambio que además de macristas, vidalistas y larretistas incorporó a radicales y peronistas no kirchneristas (léase: Palacio Municipal). La Coalición Cívica – ARI y el pichetismo no parecen haber tenido cabida en esa mesa.
Lo cierto es que la última revisión de una eventual lista de unidad estará a cargo del intendente Manuel Passaglia: por la centralidad específica que le da el ejercicio del gobierno municipal, por su llegada a despachos como los de Rodríguez Larreta o Diego Santilli y, no menos importante, por un caudal de votos lo suficientemente probado en las últimas (y las cuatro anteriores) elecciones.
No obstante, ese poder de definición no implica autosuficiencia. Por diversos motivos el núcleo del oficialismo local está en conversaciones con otros segmentos menos empoderados de Juntos por el Cambio. El primero de esos motivos: ampliar una base que desde 2015 ya tiene incorporados formalmente al radicalismo y a un sector del Pro. El presidente del bloque de concejales oficialistas es el radical Julio Pasqualin, espacio legislativo donde otras dos bancas corresponden a dos mujeres del Pro: María Eugenia Oviedo y María Laura Vázquez.
Otro de los motivos para intentar una lista que no sea sólo representación del núcleo duro del gobierno local: evitar la interna, algo que siempre desgasta, quiérase o no. Ahora bien, tampoco parecen dispuestos en el Palacio Municipal a regalar nada.
“Hablamos con todos”
“Estamos hablando con todos: de los distintos espacios, no sólo de San Nicolás sino también de Ramallo, Pergamino y otros distritos de la Segunda Sección. Lleva tiempo coordinar el espacio.
Lo ideal sería que se llegue a un buen acuerdo que englobe a la mayor cantidad de agrupaciones posible; si el voto se dispersa mucho, se termina perdiendo caudal”, advirtió Ignacio Mateucci, portavoz que el Palacio Municipal designó para participar en la conversación distrital de Juntos por el Cambio.
Pese a que, como es natural, cada sector interno tiene su llegada a los dirigentes que aguas arriba marcan los lineamientos que después tienen su correlato en el orden local, Mateucci dejó en claro que por ese lado no corre riesgo la autonomía del grupo del Intendente.
“Manes vino a San Nicolás; nosotros estuvimos con él y lo llevamos al Parque Industrial. Lo mismo Jorge Macri. Y con Santilli y el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta tenemos muy buena relación. Con todos los sectores tenemos buena relación; incluso también con Miguel Ángel Pichetto, quien estuvo reunido con el Intendente. Todos ellos acompañan la gestión de San Nicolás y saben que es necesario hablar con el Intendente, también por los temas políticos”.
Habrá que ver cómo se resuelven las aspiraciones de cada sector a nivel provincial. Lo cierto es que si en ese nivel hay consensos suficientes para una lista única, la unidad será casi obligada en los niveles seccional y distrital.
¿Pero qué pasa si hay más de una lista de Juntos por el Cambio con precandidatos a diputado nacional en representación de los bonaerenses? ¿Necesariamente implicará ello que también existan internas seccionales y distritales?
Mateucci entiende que no necesariamente. “Puede suceder”, reconoció, aunque completó: “Creo que es improbable”. “Acaso pueda suceder que existan dos listas provinciales y que pese a eso nosotros podamos acordar una lista de unidad para el distrito o para la sección. En todo caso, llegados a un escenario de internas, me parece que habría que lograr que no sea una interna con tono agresivo. Así nadie se va a beneficiar, porque el día siguiente de las PASO tendremos que estar todos trabajando en un mismo equipo de cara a la elección de noviembre”, advirtió.
Pro: capítulo uno
Rubén Cavaleri es integrante de la mesa distrital del Pro en San Nicolás. “Trabajamos todos por un mismo objetivo común: que el Pro tenga una representación cada vez más importante en San Nicolás”, señaló Cavaleri acerca de las conversaciones internas del espacio en una mesa en la que también se sientan la concejal Vázquez, el ex candidato a legislador nacional Haroldo Zuelgaray, el ex concejal Sebastián Mazzolini y el ex radical Carlos Fernández.
Ahora bien, hacia fuera de ese núcleo Pro, Cavaleri no reniega de la centralidad del Intendente. “En los distritos en que somos gobierno, es más fácil lograr la unidad”, aseveró, reconociendo abiertamente el rol ordenador de los palacios municipales: no sólo el de nuestra ciudad, sino también los de distritos como Ramallo, Pergamino, Capitán Sarmiento, Rojas, Carmen de Areco.
El hombre del Pro que integró en el Consejo Escolar de San Nicolás un mismo bloque con representantes más directos del passaglismo incluso remarcó la centralidad del Intendente y su grupo en toda la Segunda Sección Electoral.
“Yo creo que la preponderancia la van a tener los distritos grandes, sobre todo los que arrastran mayor caudal de votos. En la Segunda hay tres distritos grandes. San Nicolás es el más grande, seguido por Zárate y luego por Pergamino. En San Nicolás venimos ganando las últimas elecciones con más del 50 por ciento de los votos. Pergamino también supera el caudal de 40 mil votos que es el que garantiza la elección de un legislador. Pero en Zárate eso no viene sucediendo. Si bien hay mucha gente trabajando allá, mucho y bien, no se viene llegando al 20 por ciento”, analizó el hombre del Pro, dando a entender que los primeros lugares de la lista seccional terminarán siendo para precandidatos nicoleños y pergaminenses.
Radicales adentro
Con la irrupción del neurocientífico Facundo Manes, la Unión Cívica Radical parece haber encontrado el símbolo de su pretensión de mayor protagonismo y peso específico en la coalición Juntos por el Cambio que integra desde 2015.
Así lo entiende, por ejemplo, Julio Charre, presidente del Comité de Distrito San Nicolás de la UCR. El radical entiende que ahora su partido tendrá más peso en la alianza que desde diciembre de 2019 es oposición a los gobiernos nacional y provincial del Frente de Todos. E incluso remarcó que ese nuevo equilibrio interno no será conflictivo. Subrayó en tal sentido que “el frente Juntos por el Cambio no corre el menor riesgo de ruptura o división”.
No obstante, su mensaje de esta semana no estuvo exento de algún decibel. No se privó de dejar planteada su visión de que el desembarco de Diego Santilli en la arena bonaerense sería “un error”, en un escenario que consideró similar al de un Axel Kicillof que “no da pie con bola” gobernando una provincia que “no conoce”. En eso parece diferenciarse del grupo del Intendente.
Acerca del peso del radicalismo en la alianza a nivel local, Charre advirtió que “tenemos una excelente relación con el Gobierno municipal” de Manuel Passaglia. “Creemos que la actual es una gestión que ha sido muy importante para la ciudad, que es una ciudad que ha cambiado y se ha modernizado, sobre todo en esta gestión”, completó el radical, quien anticipó que a través de ese canal de intercambio “vamos a intentar dialogar hasta el final en pos del armado de la lista de precandidatos a concejal”.
Pro: capítulo dos
Lo dicho: Carlos Fernández y Sebastián Mazzolini son dos de los cinco dirigentes que en San Nicolás integran la mesa distrital del Pro. Son los menos cercanos al Palacio Municipal y, como tal, le restaron dramatismo a la eventualidad de una interna local dentro de la principal alianza de oposición a los gobiernos nacional y provincial.
“Cómo se resuelva la interna a nivel provincial, donde existe hoy una discusión en torno a si lideran Diego Santilli o Jorge Macri, indudablemente va a tener consecuencias a nivel local. El escenario local y también el de la Segunda Sección Electoral, dependerá de cómo terminen cerrándose las alianzas”, señaló Mazzolini, ligado al ala de Patricia Bullrich.
Carlos Fernández, emparentado más bien con la línea interna que responde a Cristian Ritondo, llamó la atención sobre una particularidad específica del armado de Juntos por el Cambio en San Nicolás. “Este es un proceso que involucra no sólo al Pro sino también a otras fuerzas integrantes de Juntos por el Cambio. Y en San Nicolás tenemos la particularidad de que la fuerza que gobierna el distrito no es el Pro o la UCR, como sucede en otros lugares, sino que es la pata peronista. Por lo tanto, no definen ni el Pro, ni el radicalismo ni tampoco la Coalición Cívica: define un gobierno local que se avino a Juntos por el Cambio allá por 2017. Por lo tanto, conformar una alianza electoral aquí puede resultar un poquito más complicado que en otros distritos”, evaluó Fernández.
Por lo demás, Mazzolini restó dramatismo a la eventualidad de una interna distrital: “Integramos una misma mesa y no nos vamos a mirar distinto si es que algunos quedamos de un lado y otros, de otro. No le tenemos miedo a la interna, ni creemos que nos vaya a hacer mal. De hecho, creemos que las PASO pueden ser un buen mecanismo para la solución de conflictos internos. Entre nosotros no nos matamos: tenemos muy en claro que nuestro adversario en esta elección es el kirchnerismo”.