El Gobierno abrió hoy las ofertas que el sector privado realizó para la adquisición de cañerías para el gasoducto Presidente Néstor Kirchner y, si bien se aguardaba una compulsa más cerrada entre la compañía Tenaris, cuyos voceros habían mostrado interés en participar, y algunos conglomerados siderúrgicos de origen chino, finalmente la única propuesta fue la de la empresa controlada por la multinacional Techint.
Se trata de una obra de ingeniería esencial para superar el déficit energético del país con miras a profundizarse si continúa la guerra en el este de Europa.
La presente licitación se realizó para adquirir las cañerías y se llevará a cabo una posterior compulsa para efectuar la obra civil.
De esta manera, el gasoducto “Presidente Néstor Kirchner” catalogado de Interés Público Nacional, avanza muy lentamente y solo parece haberse reactivado con énfasis luego del comienzo de las hostilidades en el sector oriental de Europa que ha provocado una aceleración de los precios de la energía, que ponen en jaque todos los presupuestos de los estados nacionales pero también de las familias y de los individuos particulares.
Los funcionarios del área energética sacan cuentas y explican que “la obra estará finalizada a mediados de 2023, antes de las elecciones nacionales y del comienzo del próximo invierno”, aunque no brindaron precisiones acerca de la deriva de las obras si el contexto internacional continúa complicándose por la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania.
Ocurre que las empresas internacionales de China, en un principio interesadas por los pliegos para competir con la filial de Techint, habían solicitado a las autoridades argentinas postergar la recepción de las ofertas.
Las razones del pedido se debieron a los aumentos de los precios de la energía que impactaron en las cotizaciones de las materias primas e insumos de la industria siderúrgica, y los costos de producción que sufrieron constantes cambios.
Las modificaciones en las planillas de Excel se trasladaron también al rubro logístico donde los valores de los fletes marítimos y la escasa disponibilidad de embarcaciones en el sudeste asiático son factores que sumaron más incertidumbre al resultado final de la licitación internacional y que pudo haber sido un motivo por el cual las compañías asiáticas prefirieron no participar.
Ahora será el turno de conformar el fideicomiso destinado a pagar los caños que se proveerán para el gasoducto “Néstor Kirchner”, cuestión que al momento ha generado muchas suspicacias, en particular después que el secretario de Energía, Darío Martínez, dirigiera a su inmediato superior, el ministro de Economía, Martín Guzmán, una misiva fechada el 20 de marzo donde lo responsabilizaba por demorar los recursos y dejar a la Nación al borde de un colapso energético.
De esta manera, resaltó que de los 600 millones de dólares que debieran haber ingresado a IEASA producto de la recaudación del impuesto a la riqueza, hasta ahora sólo ingresó un monto cercano a los 100 millones.
Si se soluciona este punto, el nombre de la compañía ganadora de la compulsa se oficializará a mediados de abril y, al haber una sola empresa que se presentó, ésta deberá producir las cañerías que serán de 36 pulgadas en su mayoría mientras que otros caños serán de 30 pulgadas.
A través del fideicomiso y de la ex ENARSA, IEASA, el Estado abonará un monto por adelantado cercano al 38 por ciento y los caños deberán entregarse durante el transcurso del presente año, al tiempo que la licitación se realizó en moneda nacional por lo que Tenaris trabajó en su presupuesto utilizando el tipo de cambio oficial.
La carrera contra el invierno para que no falte gas
La vocera presidencial, Gabriela Cerruti, se mostró confiada en su habitual conferencia de prensa de los jueves en que no faltará el suministro vital para calefaccionar hogares y generar energía para la industria local.
Parte de su optimismo podría justificarse por el reciente resultado de la licitación para adquirir ocho cargamentos de GNL.
IEASA seleccionó los proveedores de ocho barcos de GNL que tocarán puerto argentino durante el mes de mayo y, a pesar de los incrementos de los precios de la energía en el mercado mundial, la administración de Alberto Fernández se comprometió a desembolsar cerca de US$ 770 millones por esos embarques.
El precio que pagará la Argentina oscila entre los US$ 35 y US$ 45 por millón de BTU, cuando en el invierno del año pasado se había convalidado un precio de 8,33U$D.
Ya en el pasado mes de enero, el directorio de IEASA que conduce el santacruceño Agustín Gerez realizó una compra para la terminal de Escobar y abonó un precio que hoy sería apreciado como un regalo: pagó 27,24 U$D por millón de BTU, unidad de medida de origen inglés British Thermal Unit (BTU) que mide la capacidad de calor que brinda una estufa por metros cuadrados.
Con la invasión de Putin y compañía a Ucrania mediante, el precio del GNL subió por el ascensor y hoy los funcionarios de la administración de Alberto Fernández, estarían dispuestos a convalidar una oferta de 35U$D por millón de BTU, a pesar que consultores privados piensan que el precio de la subasta será cercano a los 45-48 U$D por millón de BTU.
Para comprender la importancia en la matriz energética del GNL o gas natural licuado, gas natural que ha sido procesado para ser transportado en forma líquida, hay que anotar que se utiliza como insumo de numerosos rubros de la economía nacional.
En la actividad agrícola y en la logística es fundamental y se torna indispensable para la generación de electricidad a través de energía térmica: dos tercios de la electricidad de nuestro país se explican por ese método.
Sin embargo, no es el precio el mayor de los dolores de cabeza para los funcionarios del área energética sino la disponibilidad de cargamentos de GNL que existe en la actualidad.
La oferta comienza a escasear y se producen cuellos de botella en la cadena de suministros, lo que corporeiza el fantasma conjurado por el empresario Marcos Bulgheroni de Pan American Energy que presagió: “Argentina planeaba importar entre 60 y 65 cargamentos de GNL pero, por los precios, estará obligada a ajustar esos pedidos”.
Si bien fuentes oficiales aseguraron a NA que se necesitarán cerca de 70 barcos de GNL para atender el 20% de la demanda de gas durante este invierno, no pusieron en duda que realizarán las licitaciones que sean necesarias para cubrir las necesidades residenciales, en primer lugar, e industriales en segundo puesto.