Precios internacionales disparados, falta de infraestructura interna y la necesidad de importar. Un combo riesgoso para el país.
Actualmente el conflicto entre Rusia y Ucrania, ha complicado la situación energética en el mundo y Argentina no es la excepción. Sin embargo a la situación nacional, se suma la falta de infraestructura para explotar “Vaca Muerta” y las pocas cantidades que llegan desde los más cercanos, cómo por ejemplo Bolivia.
Por estos factores, el panorama anual en materia energética es complicado y no es una novedad. Ya a mediados de Febrero, el Gobierno adelantó que este contexto implicaría la importación de gas en barcos, con costos rondando los 4.000 millones de dólares.
En materia de gas, el déficit comercial de la Argentina sobrepasaría los USD 6.400 millones en un escenario “pesimista” de guerra prolongada en Ucrania, fríos intensos y persistentes congestiones en el transporte internacional. Pero aún en un escenario optimista, en el que el país importe el GNL a un precio promedio de USD 30, el déficit superaría los USD 4.800 millones.
El Gas Natural Licuado, representa aproximadamente dos tercios de la producción energética nacional, y la escasez en grandes cantidades podría generar cortes en los suministros industriales.
“Sin lugar a dudas va a haber cortes en el sector industrial. La generación de energía no va a ser suficiente durante este año básicamente por la importación de GNL y combustibles líquidos para la generación”, sostuvo el ex funcionario de Cambiemos, Juan Garade.
“Éstos son los problemas que vienen dados cuando se intenta regular de manera artificial un sector, donde se intentan subsidiar, congelar los precios”, manifestó el ex integrante de la Secretaría de Energía, en conversaciones radiales con “Aires de Campo”.