En medio del congelamiento de activos económicos al magnate ruso Roman Abramovich, el grupo Saudí Media Group está interesado en quedarse con el Chelsea y dispuso 3.200 millones de euros, para que su propietario, Mohamed Alkhereiji, pueda adueñarse de la institución inglesa.
Tras las sanciones que le impuso el gobierno británico a Abramovich -actual propietario- se vio obligado a vender al Chelsea, club el cual es responsable desde el 2003.
La relación del magnate con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, hizo que las autoridades británicas accionaran de lleno hacia él y como primera medida, congelaron todos sus activos.
Posteriormente, le quitaron el cargo como dirigente de la institución y tras ello, las ofertas para comprar al club comenzaron a hacerse presente, aunque ninguna fue como la que propuso el consorcio Saudí Media Group.
La oferta es por demás seductora y se acerca a los números pretendidos por Abramovich -4.000 millones de euros-.
Sin embargo, el millonario ruso no tendrá mucho tiempo para analizar ya que tiene como plazo este fin de semana para hacer caja con las acciones.
Lejos quedó la oferta de la estrella de las artes marciales mixtas Conor McGregor, quien ofreció la suma de 1.500 millones de la divisa europea.
De las demás licitaciones no surgió mucha información, aunque desde la prensa británica aseguran que el mandamás rechazó una oferta de 3.000 millones de euros.
Además cada día que pasa, las deudas del Chelsea se siguen incrementando: el club deberá afrontar este mes el gasto de 33 millones de euros, sin embargo, en sus reservas solo tendría un total de 20 millones y le generaría más que un dolor de cabeza, ya que tiene sus cuentas bancarias paralizadas al igual que la venta de entradas, merchandising y la baja de sus principales sponsors.
Otra de las preocupaciones que sufren los simpatizantes “blues” es saber qué pasará con el plantel, debido a que existe la posibilidad de que pase un tiempo prolongado sin cobrar sus sueldos y llevaría a que varios de los futbolistas busquen rescindir sus respectivos contratos de un club que está al borde la quiebra.