El asesinato de José Luis Cabezas destapó las conexiones entre el poder, las mafias y la corrupción en Argentina. A 28 años del crimen, su caso sigue siendo un símbolo de lucha por la libertad de prensa y un emblema contra la impunidad.
El 25 de enero de 1997, un grupo parapolicial asesinó brutalmente al periodista y fotógrafo José Luis Cabezas en Pinamar.
Lo esposaron, le dispararon dos veces en la cabeza y quemaron su cuerpo dentro de un auto, en un hecho que destapó las conexiones entre el poder político, económico y las mafias en Argentina.
Este crimen conmocionó al país y se transformó en un símbolo de la lucha por la libertad de prensa.
Ocurrió durante los años 90, en pleno auge del menemismo, cuando las relaciones entre empresarios y políticos generaban profundas sospechas.
El caso Cabezas expuso cómo los intereses económicos y las redes de poder podían resultar mortales para quienes intentaban desenmascararlos.
La foto que desató el conflicto
José Luis Cabezas retrató al empresario Alfredo Yabrán para la revista Noticias, rompiendo el anonimato que protegía a una figura señalada como vinculada al poder político.
Esta fotografía incomodó profundamente a Yabrán, quien hasta entonces había mantenido un bajo perfil.
La imagen desató tensiones que culminaron en el asesinato de Cabezas, un acto diseñado para intimidar y silenciar a quienes se atrevían a exponerlo.
El proceso judicial y las condenas
La justicia determinó que “Los Horneros”, un grupo parapolicial, ejecutó el asesinato por encargo. El juicio condenó al policía Gustavo Prellezo como autor material y a Gregorio Ríos, jefe de seguridad de Yabrán, como autor intelectual.
Sin embargo, con los años, varios de los condenados lograron beneficios que les permitieron recuperar la libertad, lo que generó una fuerte indignación en la sociedad.
El legado de Cabezas
El asesinato de José Luis Cabezas se convirtió en un emblema de la lucha contra la impunidad y un recordatorio constante de los riesgos que enfrentan los periodistas en su labor.
Cada año, la sociedad argentina recuerda su caso con la consigna: “No se olviden de José Luis Cabezas”. Su muerte marcó un antes y un después en la defensa de la libertad de expresión.
A 28 años del asesinato, José Luis Cabezas sigue siendo un símbolo del compromiso periodístico y la lucha por la verdad.
Su muerte no solo dejó al descubierto las sombras del poder, sino que también marcó una huella indeleble en la historia de la Argentina.