El entrenador resaltó el sentido de pertenencia que los futbolistas tienen con el Celeste de Ramallo, una de las claves para terminar festejando el título. “Todo eso se nota en la gente. El domingo en los festejos había gente por todos lados”, contó el “Bicho”, que festejó un nuevo título local tras los conseguidos con La Emilia y Belgrano.
EZEQUIEL GUISONE
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La designación de Rogelio Nardoni al frente del equipo ponía a Social entre los candidatos en la previa. El Celeste de Ramallo contaba con un plantel rico en cuanto a nombres, pero venía de un par de campeonatos esquivos en cuanto a resultados. El Bicho “acomodó” al equipo, les transmitió la serenidad y la confianza que necesitaba, y el resultado quedó a la vista: los de Ramallo ganaron su undécimo título en el fútbol de San Nicolás.
“Los chicos tienen un sentido de pertenencia tan grande, aman al club, aman al pueblo y eso se nota en la gente. Fue impresionante la cantidad de hinchas en el festejo. Fue mucha gente a la cancha y después muchos más se fueron agregando en la sede, en la calle, en todos lados”, contó Nardoni en su visita a La Deportiva, de Radio U 89.9.
“Fausto Marini, que siempre fue capitán y que este año le tocó jugar poco, vos lo veías y él estaba siempre presente, no faltaba nunca. Hoy (por ayer) se operó hoy de la rodilla, y sin embargo el domingo estuvo con el grupo y levantó la copa. Son eso. Son ese jugador que no le toca jugar y está por fuera motivando al resto. Social es eso”, definió el entrenador, y reconoció que el domingo pudo dormir “muy bien”. “Feliz, lo disfruté con mi señora, con mis hijos. Estuve tranquilo porque veía a los jugadores semana tras semana entrenar contentos, felices, muy motivados, por eso llegamos tranquilos a jugar la final”.
Respecto del partido decisivo, el Bicho expresó: “Sabíamos el gran equipo que es Paraná, con muchos jugadores importantes, y sabíamos que había que jugarle de una manera tal como para sacarle un poco el protagonismo. Era en la mitad de la cancha tratar de ganarle esa posición. También sabíamos que los tres delanteros son importantes, que iban a venir, entonces esa defensa sólida que tuvimos se estuvo trabajando, con los dos marcadores de punta que fueron implacables. Y después tratar de robarles la pelota y que los protagonistas fuésemos nosotros y atacarlos, porque sabíamos que ellos tenían tres defensores que son muy importantes pero que si nosotros le sumábamos gente al ataque íbamos a tratar de debilitarlos”.
Buenas y malas
“El del torneo inicio fue bueno, inclusive el primer partido que perdimos 3 a 1 con Regatas jugamos muy bien. Después vinieron una seguidilla de partidos que ganamos y después caímos en un bajón futbolístico que nos costó casi llegar entre los ocho. Sin dudas había que levantarlo. Ahí charlamos y nos propusimos que teníamos que llegar al objetivo que era clasificar, y después comenzaba otra etapa. Ahí cuando empezamos a levantar nos dimos cuenta que el equipo no tenía techo y podíamos dar mucho más”, analizó el DT.
Una vez clasificados, el primer rival de la Liguilla fue Somisa. “Ese fue el partido que nos dio el inicio de esta seguidilla importante, más allá de haber perdido la vuelta. Pero ahí vimos que podíamos seguir. Más allá de que jugábamos contra Somisa, que tienen jugadores muy importantes, que no iba a ser nada fácil, pero nos dimos cuenta que podíamos pasar. Después de ese partido nos propusimos llegar a la última semana del torneo”, remarcó Nardoni, y valoró la predisposición de sus jugadores para los diferentes cambios realizados.
“Son futbolistas con experiencia, que ya tienen trayectoria en la Liga y en otros lados, entonces se adaptan a las necesidades. Tienen la capacidad de adaptarse en cualquier sistema y lo hacen muy bien, primero por el compromiso que tienen, y después porque individualmente tienen la capacidad para poder hacerlo”.
Por último, habló de “las tres patas del campeón”: “El dirigente, el cuerpo técnico y los jugadores siempre tienen que estar unidos, y eso es lo que te lleva a grandes objetivos. Si una de las tres falla, se hace muy difícil. Vos podés tener un gran grupo de jugadores, pero si no está el grupo o no entienden el mensaje que le da el técnico, o falla la dirigencia, las cosas no se dan. Se ha trabajado con mucho sacrificio de parte de los dirigentes, sin dudas que le han puesto el cuerpo y bien merecido lo tienen a todo esto”.