El ministro Sturzenegger anunció que la propina para trabajadores de bares y restaurantes “seguirá siendo voluntaria”, descartando así la idea original de que sea obligatoria. Explicó que el único cambio estará efectivizado a partir de su inclusión en los tickets para que así puedan abonarse con pago electrónico. En San Nicolás, mozos y meseras entienden que “es una ayuda”, y “hay que ganársela”. “El nicoleño es de dejar propinas”, afirman.
De la redacción de EL NORTE
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El Gobierno nacional busca implementar la propina digital en locales gastronómicos. Así lo señaló a través de su cuenta de X el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger: “En unos días vamos a dar a conocer un proyecto que permitirá el pago de propinas utilizando medios electrónicos: una práctica común en el mundo pero que los argentinos no podían elegir”.
No obstante, en la misma red social, explicó que “la propina seguirá siendo voluntaria, de ninguna manera será obligatoria. En definitiva, el único cambio es que podrá sumarse al ticket. Tampoco será parte del salario, por lo que no generará ninguna contingencia laboral a los empresarios del sector”.
En una recorrida por bares y restaurantes del microcentro de la ciudad, EL NORTE recogió testimonios de los mozos y meseras. La pregunta fue bien directa: ¿la propina tiene que ser obligatoria?
“Nos encantaría que sea obligatoria, porque mucha gente se olvida. Sería una gran ayuda para nosotros que sea obligatoria”, Virginia. “Siempre me esmero en brindar una buena atención. A veces tenemos una respuesta positiva del cliente, y otras veces no”, agregó.
Para Alberto, en cambio, “la propina no tiene que ser obligatoria. Yo pienso que es un adicional que te lo tenés que ganar”, dijo. Y añadió: “el nicoleño es de dejar propinas. Como nos conocemos todos, es una costumbre ya dejar una ayuda”.
En el mismo sentido se expresó José: “Para mí está bien que no sea obligatoria, porque la propina es un reconocimiento a la atención. Yo creo que la gente es agradecida cuando se siente bien atendida. Hay que merecerse la propina”.
Para Juan Carlos, en tanto, es una cuestión de mérito: “La gente mayor ya tiene incorporado el hecho de dejar una propina. A los jóvenes les cuesta un poco más. Dejen o no, yo atiendo a todo el mundo de la misma manera. Lo nuestro es un trabajo, pero es un servicio también. Si lo hacés bien, te merecés una propina”
El gremio
En diálogo con periodistas del programa «Vamos viendo» (Radio U), la secretaria general de la seccional San Nicolás del gremio UTHGRA (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, Sabrina Rojas, se mostró sorprendida frente a la noticia y al mismo tiempo dijo que “la iniciativa nos parece genial. Ojalá se pueda agregar dentro del ticket en la factura del comensal”.
La dirigente gastronómica manifestó que “lo que pudimos analizar y ver es que esto (por las propinas) no sería obligatorio, sino que estaría sujeto a cómo fuimos tratados”. Y agregó: “Venimos en un momento malo en la actividad, porque el consumo cayó bastante. Este cambio “sería muy bueno y aplicable al bolsillo del trabajador”.
Rojas entiende que “para mí la propina es ley. Yo no me levanto de una mesa sin dejar la propina y agradecerle a la persona que me atendió”. Aunque añadió que “tampoco puedo decir que deba ser obligatorio”.
Un adicional
Rojas explicó que “el trabajador tiene un sueldo básico, y además tiene la propina”. En ese aspecto sostuvo que “lo que hicimos después de varios controles, es lograr que la propina sea aparte; que el trabajador tenga su sueldo y que la propina un adicional”.
En la Argentina la propina no es obligatoria, aunque según los usos y costumbre es común que los clientes dejen un 10% del total de la cuenta en el caso de que les haya gustado el servicio, pero en varios países está incluida en la factura. Buena parte de los pagos de restaurantes y bares se hacen de manera digital, ya sea con transferencias, tarjetas o códigos QR. Lo que se busca este proyecto es darle el marco legal.
Desde UTHGRA, por otra parte, proponen que lo que se recibe extra forme parte de un fondo común entre los trabajadores y sea repartido entre todos los integrantes. “Lo que vemos conveniente es que la propina se reparta entre todos los que hacen a que el cliente la pase bien”, sostuvo Sabrina Rojas. En ese sentido, mencionó que el cliente “le da la propina al mozo que es el que atiende, pero la realidad también está el cocinero que prepara la comida, el chico de la barra si necesitás un trago”, relató. “La idea sería que todo se junte y se reparta”, mencionó y reconoció que “hay lugares que lo hacen y otros que no”.
El salario
Por otro lado, Rojas adelantó que “en este mes de julio (los trabajadores) van a cobrar la última cuota del acuerdo paritario 2023/2024 que logró un 282% y confirmó que el salario básico de un mozo o un cocinero ronda los $800.000, con jornadas de trabajo de 8 horas y un día y medio de franco semanal. Mientras que el sueldo de un lavacopas, está en los $580.000 mensuales. En la región, que abarca desde Baradero hasta San Nicolás, hay alrededor de 1200 trabajadores registrados en el rubro”.
Respecto a las inspecciones que realiza el gremio en locales gastronómicos, la secretaria general de UTHGRA San Nicolás dijo: “Estamos haciendo un trabajo arduo para evitar que haya gente en negro”. En ese sentido mencionó que “cuesta mucho porque la verdad que la situación no es la más adecuada y estamos atravesando tiempos complicados”. “Es como si estuviéramos viviendo una pandemia sin virus. La misma situación”, describió.
Por otro lado, contó que al momento de hacer los controles para constatar que los trabajadores estén regularizados, los empresarios del rubro “la mayoría tiene buena predisposición y cuando vemos la falta enseguida registran al trabajador”. “Hoy te sale más económico tener a un trabajador en condiciones que pagar las multas”, finalizó.
